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Finanzas Personales

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El retiro digno tiene cinco amenazas globales

Las condiciones de jubilación de los mexicanos hacen que el país se ubique en el lugar 37 de 43 países evaluados en la calidad de retiro.

Los efectos de la crisis financiera del 2008, el endeudamiento público, los altos niveles de envejecimiento a nivel mundial, así como la situación de desempleo e incluso el cambio climático son factores que amenazan la posibilidad de temer un retiro digno de los adultos mayores alrededor del globo, riesgos de los que México no está exento.

El Índice Global para la Jubilación, de la firma Natixis Investment Managers, evaluó la incidencia de este tipo de efectos en las condiciones de retiro de los mexicanos y determinó que México ocupa el lugar 37 de 43 países evaluados, con una puntuación de 52%, la misma que el año pasado.

Este indicador se compone de cuatro subíndices: bienestar material, calidad de vida, salud y finanzas en el retiro, que a su vez se basan en 18 indicadores, incluyendo expectativa de vida, ingreso per cápita, dependencia en la vejez, inflación y tasas de interés reales, entre otros.

Riesgos, con potencial efecto alrededor del mundo

Los cinco riesgos que Natixis Investment Managers destaca no sólo afectan el trabajo de inversionistas institucionales o administradores de carteras de pensiones, ya que el verdadero afectado es el futuro jubilado, específicamente los rendimientos que muestre su ahorro en un futuro.

Un ejemplo de esto es el riesgo del cambio de la política monetaria a partir de la crisis financiera del 2008. Cabe recordar que desde entonces varios países bajaron sus tasas de interés en todo el mundo a niveles históricos (e incluso teniendo tasas negativas), haciendo más barato el dinero para reactivar la economía.

Sin embargo, este cambio en la tiene un efecto en los ahorros de los trabajadores, ya que los activos de quienes se retiran en estos momentos tienen un valor más bajo.

Esto deja a los ahorradores con cuatro opciones: 1) Vivir con ingresos más bajos a los previstos en su jubilación; 2) Trabajar más tiempo, si les es físicamente posible; 3) Conformarse con lo que cobrarán como pensión; o 4) Invertir en activos de mayor riesgo, aunque con mayor potencial de minusvalías y sin tiempo para que sus inversiones se recuperen.

El segundo factor que destaca la firma es el endeudamiento público. Aunque la crisis financiera se considera superada, los niveles de deuda pueden afectar a los jubilados en un escenario en que los gobiernos cada vez tienen menos dinero para atender distintos programas, por lo que los proyectos de pensiones tienen que competir con otros como los de carácter educativo e infraestructural.

“Conforme aumente la deuda, los fondos disponibles para prestaciones de jubilación y otros servicios sociales disminuyen (...) Se deberán tomar decisiones difíciles sobre dónde gastar y dónde cortar”, advierte el documento.

El tercer y cuarto riesgo tienen que ver con tendencias a nivel mundial.

Por un lado, los niveles de envejecimiento en todo el mundo van al alza; según estimaciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en el 2050 una cuarta parte del país estará en edad de retiro, lo que, a consideración de la firma de inversiones, incidiría en acciones como elevar la edad de retiro para que los trabajadores puedan ahorrar más, así como obtener menores beneficios de seguridad social.

En tanto, el cambio climático podría incidir para los jubilados de dos maneras: poniendo en riesgo su patrimonio derivado de fenómenos naturales como huracanes o tormentas tropicales, e incluso la falta de agua potable en un futuro cercano podría incidir en los niveles de salud de las personas.

El último riesgo se refiere a las condiciones de calidad de vida para los jubilados, particularmente en los rubros de empleo, acceso a servicios de salud y un entorno de seguridad.

El desempleo de la población en general podría significar un menor pago de impuestos, lo que a su vez reduciría los beneficios de personas en edad de jubilación, servicios sociales y salud. Además, si una sociedad tiene altos niveles de empleo, las personas mayores de 65 años que necesiten trabajar tampoco podrían tener oportunidades de hacer actividades remuneradas para sostenerse.

Al respecto, Mauricio Giordano, director general de Natixis Investment Managers México, comentó que la intención de este ejercicio es incentivar entre los inversionistas la necesidad de asumir un papel más activo en la jubilación mediante el ahorro personal.

“El sistema de ahorro para el retiro en México todavía enfrenta desafíos y el logro de la seguridad en el retiro podría verse como una meta compleja, pero alcanzable, si todos los actores clave (reguladores, empleadores y trabajadores) hacen su parte”, enfatizó.

juan.tolentino@eleconomista.mx

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