Lo que debes saber si necesitas empeñar

Las casas de empeño siguen siendo una de las principales opciones para conseguir dinero ante algún tipo de urgencia. Empeñar joyas, monedas, aparatos electrónicos e incluso vehículos es común entre los mexicanos.  

En un préstamo prendario tú recibes una suma de acuerdo con el valor del objeto que desees dejar en la casa de empeño, normalmente es de hasta 75% del valor de éste. Una vez que termines de pagar tu deuda podrás desempeñar el bien o, en caso de que no puedas pagarlo, la casa de empeño podrá quedarse y vender el bien para recuperar lo prestado.

La Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF), que elabora el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, reporta que 20% de la población mexicana recurre a esta opción para tener recursos en momentos de necesidad; es por eso que empeñar de manera formal y conociendo los detalles fundamentales incrementa la posibilidad de recuperar el patrimonio.

¿Cómo escoger el objeto a empeñar?

Un préstamo prendario suele ser la última opción que mucha gente encuentra cuando se está atravesando por una situación de urgencia y no se tiene acceso a productos financieros de instituciones bancarias.

De acuerdo con los portales web de las principales casas de empeño del país, los objetos que se pueden empeñar son joyas, relojería, herramientas, equipos electrónicos, bicicletas, motocicletas y automóviles.

“Siempre se debe empeñar los bienes que no nos signifiquen una necesidad, evita siempre usar herramientas de trabajo o estudio para conseguir un préstamo, pues de esa manera se dificultará el pago”, advirtió Sergio García, experto en productos financieros y evaluación de riesgos.

Las casas de empeño tienen algunas restricciones en los objetos que son sujetos de préstamos, por ejemplo, los automóviles deben tener como máximo 10 años de antigüedad, las joyas deben de ser de oro o plata, los electrónicos funcionar de manera correcta y todo eso será revisado por un valuador a la hora de llevar tus bienes.

El proceso que llevarás con la casa de empeño

Una vez que decidiste recibir un préstamo por algún bien, debes considerar algunos parámetros y características que tu trato con la casa de empeño tendrá y, de esta manera, sacarle el mayor provecho y minimizar el riesgo de perder tu patrimonio.

El costo total de un préstamo prendario es la suma del dinero que te hayan entregado, junto con los intereses generados y el IVA. Los intereses varían según el tipo de empeño y el objeto empeñado, sin embargo, de acuerdo con los tarifarios vigentes de las principales casas de empeño, los intereses se encuentran entre 3 y 7% mensual.

Existen dos tipos de préstamos prendarios, el clásico o el que cuenta con pagos libres. Si eliges el clásico tendrás hasta cinco meses para cubrir el adeudo total y en el caso de empeñar con pagos libres puedes ir cubriendo el costo de tu préstamo conforme a tus posibilidades e ingresos en varias exhibiciones.

Si necesitas ampliar el plazo de tu préstamo prendario es posible a través de los refrendos, que son el pago de los intereses generados antes de la fecha límite de pago. En la mayoría de bienes, la cantidad de refrendos que te dan posibilidad de hacer son tres, existen bienes en los que no existe esta posibilidad y en caso de los automóviles se pueden hacer hasta 11 refrendos, ampliando como máximo de cinco a 20 meses el plazo del préstamo.

No seas víctima de fraudes

Lamentablemente, existen casas de empeño que operan en la informalidad y abusan de la necesidad que pueda tener la gente, por lo que asegurarnos de empeñar en un lugar seguro y serio es nuestra responsabilidad.

“Las casas de empeño son reguladas por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), deben tener un contrato de adhesión inscrito en esa institución, también pueden revisar si es que existen quejas en contra de esa empresa en el buró comercial de Profeco”, describió García.

Por otra parte, las básculas con las que analicen la joyería deben tener sus respectivas calcomanías con holograma de la Profeco y los intereses se deben calcular sobre la deuda principal.