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IPN forma capital humano para las nuevas necesidades de la industria energética
Este verano 37 jóvenes forman la primera generación de una nueva carrera del Instituto Politécnico Nacional (IPN): Ingeniería en energía. El plan de estudios está adaptado a las nuevas necesidades de la industria energética de México, especialmente las renovables.
En 2023 se graduará la primera generación de ingenieros en energía de México. Actualmente 37 estudiantes cursan la carrera, única en su tipo en el país, en el Instituto Politécnico Nacional (IPN). Hay alumnos originarios de Ciudad de México, Querétaro, Oaxaca, Veracruz y Estado de México.
“La mayoría de las carreras en México relacionadas con energía están enfocadas a energías renovables o a temas relacionados con medio ambiente. La diferencia de nuestra ingeniería en energía es que el plan de estudios es más amplio”, explica Mario Fidel García Sánchez, coordinador de la carrera.
Las tres áreas de conocimiento que contempla la nueva carrera de ingeniería son: energías renovables (eólica o solar), energías convencionales (petróleo) y desarrollo sustentable. Esta carrera se imparte en la Unidad Profesional Interdisciplinaria en Ingeniería y Tecnologías Avanzadas (Upiita) del IPN en la Ciudad de México.
“Van a tener un campo de trabajo amplio y muchas posibilidades de conseguir un empleo tanto en empresas privadas como del Estado. La sugerencia que le hacemos a los estudiantes es cursar un posgrado para especializarse en el área que más les guste”, afirma García Sánchez.
El coordinador de la carrera considera que el capital humano de México no está preparado para los cambios que se han presentado, como la generación de energía eléctricad con gas natural o la operación de plantas de ciclo combinado, aquellas en las que se produce energía usando dos ciclos termodinámicos en un mismo sistema: vapor de agua y gas.
“El hidrógeno es un combustible que se está usando con frecuencia. Algunos piensan que es peligroso, pero los riesgos son menores en comparación con el petróleo. Se requieren más personas especializadas en el manejo y la investigación de esta fuente de energía ”, comenta García.
Los primeros cinco semestres de la carrera están dedicados a áreas generales como física, matemáticas y química. El sexto semestre contempla conocimientos en energías convencionales. Los dos semestres siguientes son para energías renovables y desarrollo de proyecto. El último está diseñado para trabajos de titulación.
La carrera fue diseñada por investigadores de la Red Energía Politécnico, integrada por maestros que trabajan en empresas relacionadas con la industria de energía.
“Ya tenemos platicas con empresas para que los alumnos realicen visitas escolares y prácticas profesionales, pero creemos que aún no es suficiente. Con empresas del Estado vamos a buscar convenios de colaboración”, señala el coordinador de la carrera.
México y el mundo van a seguir en los próximos 50 años teniendo una dependencia del petróleo. Por este motivo, el IPN decidió no apostar por una carrera dedicada exclusivamente a energías renovables.
“Lo que sí ha cambiado es el uso de los combustibles convencionales para producir energía. Por ejemplo, el gas natural en vez de quemarlo, convertirlo en hidrógeno y usarlo como combustible. El objetivo es que los alumnos salgan preparados para estos cambios que no llegarán a México de inmediato”, comenta Mario Fidel García Sánchez.