Al-Assad rompe su silencio, increpa a EU

Charlie Rose entrevistó el fin de semana al presidente sirio, Bashar al-Assad en Damasco, la primera entrevista del Mandatario con un medio de comunicación estadounidense desde el 2011. La entrevista completa se emitió ayer por la noche. En un clip dado a conocer ayer por la mañana, el líder sirio presentó su caso de por qué Estados Unidos no debería atacar a Siria. No es nada sorprendente, pero bien vale la pena para tener un vistazo de la estrategia diplomática del país.

Al-Assad parece delatar una comprensión matizada de la política estadounidense y del debate sobre el ataque, así como sobre de qué pie cojea el país. En lugar de repetir los argumentos que su gobierno utiliza internamente (sobre la resistencia al Occidente y una conspiración estadounidense-israelí), habló en el lenguaje de la política estadounidense. Hizo hincapié en lo que Estados Unidos puede llegar a perder con el ataque y mencionó las preocupaciones de los estadounidenses sobre la legitimidad del ataque a Irak. ¿Qué gana Estados Unidos con las guerras?

Nada. No obtiene ganancias políticas, tampoco económicas ni una buena reputación , dijo, advirtiendo que la credibilidad de EU se encuentra en el nivel más bajo .

Al-Assad también se refirió a dos de los argumentos en contra de los ataques que han tenido el mayor peso dentro de Estados Unidos. Advirtió que cualquier intervención apoyará a Al-Qaeda y a las mismas personas que mataron a estadounidenses el 11 de septiembre . Dicha aseveración no es del todo exacta: la rama de Al-Qaeda que trabaja en Siria es diferente a la rama casi extinta- detrás de los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001; no obstante, está lo suficientemente cerca. También destacó de forma reiterada que las pruebas que tienen acerca del cuento químico no han resultado definitivas o suficientemente convincentes para muchos estadounidenses.

Esperábamos que este gobierno fuera diferente al de (George W.) Bush , indicó Al-Assad, argumentando que el presidente Obama ha seguido la misma doctrina .

No tenemos muchas oportunidades de ver a Al-Assad expresarse en inglés y directamente al Occidente. Pero es de llamar la atención su capacidad de dirigirse a los occidentales en su mismo tono. No hace bravatas, muchos autócratas cometen el error de hacerlas cuando se dirigen al Occidente. No golpea con el puño sobre la mesa o escupe el tipo de retórica que podría funcionar en casa. Es casual, soporta con calma un duro interrogatorio y habla directamente a los políticos estadounidenses. Asimismo coloca su dedo justo en las llagas del debate interno sobre si EU debe atacar a Siria.

Cuando se le preguntó qué podía hacer para asegurar a EU que las armas químicas no serán usadas nuevamente, Al-Assad hábilmente esquivó la pregunta y la volteó hacia EU, cuestionando por qué el gobierno de Obama no ha presentado más pruebas al respecto. Y funcionó. Es difícil pensar en un mejor entrevistador que Charlie Rose, pero incluso él no pudo volver la discusión hacia el enorme arsenal de armas químicas de Siria.