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Geopolítica

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Ataque contra autobús de la ONU deja seis muertos

Al menos seis empleados de la ONU en Somalia, incluido un extranjero, murieron en un ataque de los islamistas shebab contra un autobús de la ONU en la localidad de Garowe, capital de la región semiatónoma de Puntlandia.

Al menos seis empleados de la ONU en Somalia, incluido un extranjero, murieron este lunes en un ataque de los islamistas shebab contra un autobús de la ONU en la localidad de Garowe (norte), capital de la región semiatónoma de Puntlandia, según la policía.

El jefe de la misión de Naciones Unidas en Somalia, Nick Kay, condenó el ataque en Twitter, y dijo estar "conmocionado y espantado por (estos) decesos". Ni él ni el portavoz de la ONU contactado en Mogadiscio confirmaron el balance aportado por un responsable policial de Puntlandia.

"Hemos apuntado contra la ONU en Garow, hemos matado a gente, hemos herido a otros", afirmó a AFP un portavoz del grupo islamista shebab, Abdulaziz Abu Musab, quien acusó a los empleados de Naciones Unidas en el país de "pertenecer a las fuerzas de colonización de Somalia".

"Creemos que la bomba estaba adosada al autobús y fue activada cerca de las oficinas de la ONU", declaró Abdulahi Mohamed, responsable de la policía de Puntlandia, mientras que las primeras información daban cuenta de la explosión de un vehículo con bomba a la entrada de la base de la ONU. "La base de la ONU no se vio afectada y no se trata de un vehículo con bomba", agregó.

"Tenemos la confirmación de la muerte de seis trabajadores de la ONU, incluyendo a un extranjero", continuó, y dijo que "las investigaciones siguen para determinar las circunstancias" del ataque.

Fuentes de seguridad dijeron por su parte que el vehículo podría haber sido atacado por una bomba casera situado al borde de la carretera, activada al paso del autobús utilizado para transportar a los empleados de la ONU de la residencia donde viven a las oficinas.

Somalia está en estado de guerra civil, sin ningún poder central real, desde la caída del presidente Siad Barre en 1991.

Como los anteriores, el gobierno actual, apoyado por la comunidad internacional, es incapaz de extender su autoridad más allá de la capital y de su periferia.

Los shebab, fruto de una rama de los Tribunales Islámicos que controlaron durante seis meses en 2006 el centro y el sur del país, incluida la capital, Mogadiscio, están desde entonces al frente de la insurrección armada contra el gobierno.

Los insurgentes, aliados de Al Qaida y combatidos en el terreno por la fuerza de la Unión Africana, Amsiom, en la que también participan efectivos de Yibuti, Etiopía, Kenia y Uganda, llevan a cabo ataques en el país para tratar de derrocar al gobierno pero también en países vecinos, como Kenia.

En ese país, el grupo yihadista reivindicó el pasado 2 de abril el ataque contra la universidad de Garissa, en el noreste, donde segregaron a los estudiantes no musulmanes para ejecutarlos, matando a 148 personas, en el que fue su peor ataque hasta la fecha.

En Somalia, los shebab suelen atacar a los responsables gubernamentales, funcionarios, tropas de la Amisom y a empleados de oenegés y de la ONU.

erp

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