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Breivik quería decapitar a exprimer ministro
El asesino juzgado por la masacre de 77 personas el año pasado en Noruega, quería matar al conjunto del gobierno noruego al colocar una bomba de cerca de una tonelada en el barrio de los ministerios de Oslo.
El asesino serial confeso, Anders Behring Breivik, declaró ayer que había planeado capturar y decapitar al exprimer ministro noruego Gro Harlem Brundtland, durante el desarrollo de su masacre en la isla de Utoya.
Breivik afirmó que su plan era filmar la decapitación y publicar el video en Internet. Brundtland ya se había ido del campamento de la juventud del Partido Laborista en Utoya, cuando Breivik llegó el 22 de julio, después de poner una bomba en Oslo que causó la muerte de ocho personas.
De las 79 personas que murieron en Utoya, la mayoría era adolescente; en el lugar había cerca de 600 miembros del ala juvenil del Partido Laborista reunidos para su retiro anual de verano.
El fanático ultraderechista aseguró que se inspiró en el uso que da Al-Qaeda a la decapitación, pero reparo: La decapitación es una pena de muerte tradicional europea .
Iba a ser utilizada como un arma psicológica muy poderosa , indicó.
Breivik también testificó haberse preparado para sus ataques al cortar contacto con el mundo exterior y dedicarse a dos juegos de computadora: Modern Warfare y World of Warcraft, este último aseguró jugarlo 16 horas al día.
Brundtland fue Primer Ministro por el Partido del Trabajo durante 10 años. Más tarde dirigió la Organización Mundial de la Salud y fue designado como enviado de la ONU sobre el cambio climático.
Gro Harlem Brundtland no tiene ningún comentario sobre la información proporcionada por Breivik ni acerca del juicio en general , manifestó su asesor, Jon Moerland, a The Associated Press.
En el cuarto día de su juicio en Oslo, por cargos de terrorismo, Breivik habló plenamente acerca de lo peor de Noruega durante tiempos pacíficos y describió a las víctimas como traidores sin mostrar signos de remordimiento.
El objetivo no era matar a 69 personas en Utoya. El objetivo era matarlos a todos , declaró Breivik.
El noruego, de 33 años de edad, afirmó que su plan original era hacer estallar tres bombas en Oslo, incluida una en el Palacio Real, pero la construcción de una sola bomba de fertilizante resultó ser mucho más difícil de lo que pensaba .