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Geopolítica

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Canonizan a Juan Pablo II ?y Juan XXIII

Los cantos del coro de la Capilla Sixtina fueron escuchados por una multitud estimada en 800,000 fieles, desde el Vaticano hasta más allá del río Tíber.

Ciudad del Vaticano. Frente a un mar de peregrinos que se aglomeró en la plaza de San Pedro, el Papa Francisco canonizó a Juan Pablo II y Juan XXIII, otorgando la santidad a dos figuras destacadas del siglo XX que marcaron a la Iglesia Católica Romana.

Los cantos hipnóticos del coro de la Capilla Sixtina fueron escuchados por una multitud estimada en 800,000 fieles desde el Vaticano hasta más allá del río Tíber, quienes vieron cómo, por primera vez en la historia de la Iglesia, dos papas fueron canonizados a la vez.

Frente a la imponente fachada de la Basílica de San Pedro, Francisco, vestido con una túnica marfil, realizó el rito solemne con recitaciones y el signo de la cruz, lo que provocó un estallido de aplausos.

Juan Pablo II se mantuvo más presente en la mente de muchos de los asistentes que Juan XXIII y fue su popularidad, en particular, lo que pareció ser el mayor atractivo. Por lo menos 1,700 autobuses, 58 vuelos chárter y cinco trenes cargados de peregrinos circularon tan sólo en Polonia, la patria de Juan Pablo II, quien, cuando fue elegido papa en 1978, fue el primer no italiano para sentarse en el trono de San Pedro en 455 años.

Al declarar santos a los dos hombres en un mismo día, el nuevo pontífice al parecer complació tanto a los liberales como a los conservadores.

Karol Jozef Wojtyla nació en Wadowice, Polonia, en 1920. Juan Pablo II es visto como el primer papa verdaderamente mundial, un conservador carismático conocido por orar y desafiar al comunismo; además, se mantuvo firme en su posición en contra del control de la natalidad y del divorcio.

Juan XXIII, por su parte, puso en marcha las reformas radicales del Segundo Concilio del Vaticano, que cambiaron el idioma de la misa católica a las lenguas comunes de los fieles.

Francisco ya es visto como un reformador a sólo 13 meses de su papado, pues cree en la necesidad de actualizar y renovar la Iglesia.

La ceremonia se inició con una ligera llovizna a las 10 de la mañana, con una procesión, nubes de incienso y una letanía religiosa que sonaba en toda la plaza.

Después de una lectura en voz del papa Francisco, dos relicarios vasos de plata, bronce y oro se colocaron a la izquierda del altar. Uno de ellos contenía un frasco de sangre de Juan Pablo II; el otro, un pedazo de piel de Juan XXIII tomado de su cuerpo exhumado.

Aunque el proceso de canonización puede llevar siglos, el de Juan Pablo II tuvo un récord de nueve años. Sin embargo, hubo una cuestión que opacó el ambiente de celebración: los abusos sexuales a menores a manos de los clérigos católicos. En una carta publicada en el sitio web de la red de sobrevivientes de SNAP, un número de víctimas ha destacado el gran daño que cometió cuando se hizo de la vista gorda ante los crímenes sexuales del clero .

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