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Geopolítica

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Concluye efecto Boric;  30% de popularidad

Los chilenos envían un mensaje de realismo, les preocupa la economía y la inseguridad, no la Constitución.

Santiago. Como péndulo, Chile pasó en dos años de abrazar y rechazar una propuesta de Constitución de izquierda a embarcarse en una nueva con los ultraconservadores al timón y el gobierno de Gabriel Boric como espectador, tras los sorprendentes resultados electorales del domingo.

Los chilenos eligieron un consejo constituyente de 51 miembros dominado ampliamente por la derecha opositora, que elaborará una nueva Carta Política para reemplazar a la de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), la cual deberá ser sometida a plebiscito en diciembre.

El novel Partido Republicano, que siempre se opuso al cambio constitucional, ocupará 23 de los escaños, mientras las fuerzas oficialistas tendrán 16 y la derecha tradicional 11.

Un indígena mapuche de izquierda completa el consejo que empezará a trabajar en junio sobre un borrador elaborado por expertos constitucionalistas.

Ante el estallido social de 2019 contra la desigualdad, la clase política dio paso a una Asamblea Constituyente en 2021. Amas de casa, abogados, ambientalistas e independientes, que conformaron la mayoritaria "Lista del Pueblo", redactaron una propuesta que fue rechazada en las urnas en septiembre, y que contaba con el respaldo del gobierno.

El borrador consignaba el derecho al aborto, una justicia indígena y reemplazaba al Senado por un cuerpo legislativo de menor poder, entre otras posturas calificadas de extremas y que terminaron ahuyentando al electorado.

Ahora será el Partido Republicano, en probable alianza con la derecha tradicional, el que guiará el proceso constitucional, tras su sorprendente avance en un país más preocupado hoy por la inseguridad, la inflación y la migración que por una nueva carta fundacional.

"Es un voto antipolítica, un voto de desconfianza y un voto no sólo contra el proceso constituyente, sino que hacia los partidos políticos tradicionales", dijo Rodrigo Espinoza, director de la escuela de administración pública de la Universidad Diego Portales.

A la cabeza del excandidato presidencial José Antonio Kast, el Partido Republicano queda, además, en una posición inmejorable frente a las elecciones municipales del próximo año y las generales del 2025.

Hoy día miramos "con esperanza un cambio de gobierno importante en las próximas elecciones. El gobierno actual ha fracasado en las políticas que ha querido llevar adelante ", afirmó el lunes Kast.

Boric, el derrotado

El triunfo republicano, que anticipaban las encuestas pero con mucha menor contundencia, es un duro revés para el gobierno de Boric, comprometido con dejar atrás la Constitución de la dictadura justo cuando en el año que se conmemora el 50 aniversario del golpe de Estado que instaló el régimen de Pinochet y derrocó al gobierno del socialista Salvador Allende.

El avance de la derecha deja "muy debilitada" a la figura de Boric a poco más de un año de asumir el poder, agrega Espinoza. "Podríamos esperar un endurecimiento de la oposición en el Congreso, lo cual podría significar un freno a la tramitación de proyectos de ley como la reforma tributaria, la discusión sobre el sueldo mínimo o la reforma de pensiones", explica este analista.

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