Crecen muertes por disparos de policías

The Washington Post recopiló una base de datos de todos los disparos mortales realizados en el 2015 por un oficial de policía durante el cumplimiento de su deber, en Estados Unidos.

Sólo se documentaron los tiroteos en los que un agente de policía, mientras estaba en servicio, disparó y mató a un civil, circunstancias cercanas o parecidas al asesinato de Michael Brown en Ferguson .

A nivel nacional, la policía ha disparado y matado en el año a 124 personas en estado de agonía o con una crisis mental o emocional, según un análisis del Post. La cuenta total de muertos por disparos de la policía, durante los primeros seis meses del 2015, asciende a 462.

La gran mayoría estaba armada, pero en muchos de los casos, los agentes que les dispararon no estaban respondiendo a un informe de un delito. A menudo, los agentes fueron llamados por los familiares, vecinos u otras personas preocupadas por una persona mentalmente frágil con un comportamiento irregular. Los informes muestran que más de 50 personas buscaron que se les disparara.

En más de la mitad de los asesinatos, las agencias de policías implicadas no facilitaron a sus agentes alguna formación sobre las técnicas necesarias para hacer frente a los enfermos mentales. Y en muchos de los casos, los oficiales respondieron con tácticas que rápidamente hicieron la situación volátil y aún más peligrosa.

El análisis ofrece por primera vez un recuento nacional en tiempo real de las muertes a tiros de individuos mentalmente perturbados. Según expertos en justicia penal, los policías a menudo son mal equipados para responder a tales individuos, encuentros que con demasiada frecuencia terminan en violencia innecesaria.

El FBI también registra los disparos mortales de la policía, pero las autoridades reconocen que sus datos están lejos de estar completos. En las últimas cuatro décadas, el FBI nunca ha registrado más de 460 disparos mortales en un solo año. El Post alcanzó esa cifra en menos de seis meses.

Para este artículo, el Post también analizó los 124 asesinatos en los que la salud mental de la víctima parecía jugar un papel fundamental, ya sea porque la persona expresó sus intenciones suicidas o porque la policía o algún miembro de la familia confirmó un historial de enfermedad mental. Este enfoque probablemente subestima el alcance del problema, según los expertos.

La policía reconoce cada vez más que tienen pocas herramientas efectivas para el manejo de los enfermos mentales. Hasta ahora, los departamentos de policía en general no han aceptado el reto. Aunque los nuevos reclutas suelen pasar casi 60 horas aprendiendo a manejar un arma, ellos sólo reciben ocho horas de entrenamiento para manejar las situaciones tensas y otras ocho horas más para el manejo de los enfermos mentales.