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Descarrilamiento, insólito en un sistema ferroviario ultra seguro
La curva donde ocurrió el descarrilamiento está diseñada para una velocidad máxima de 80 km/h, el tren la tomó a más de 180.
El Trágico descarrilamiento de un tren la noche del miércoles en el norte de España cobró la vida de al menos a 80 personas y es probable que genere conversaciones serias acerca de la seguridad ferroviaria. Pero los incidentes como éste tienden a oscurecer un punto muy importante: los trenes son aún una de las formas más seguras de viajar en Europa, donde millones de euros se han gastado en seguridad e infraestructura ferroviaria.
De hecho, en el informe de seguridad más reciente de la Agencia Ferroviaria Europea (ERA, por su sigla en inglés) -la oficina de la Unión Europea que, desde el 2006, ha defendido la integración ferroviaria y ha auditado la seguridad de los ferrocarriles europeos- ésta consignó que ha luchado para reducir aún más las bajas de pasajeros en los últimos años, simple y sencillamente, porque ya están en niveles muy bajos.
Los trenes son notablemente más seguros que la mayoría de otras formas de transporte en Europa y son tan seguros como el transporte aéreo. Por ejemplo, una persona en Europa tiene 30 veces más probabilidades de estar involucrado en un accidente mientras viaja en un automóvil que en un tren.
Un estudio de la tasa de accidentes de tren en la Unión Europea muestra que la tasa de siniestros fatales ha disminuido constantemente y en la actualidad es de alrededor de un incidente por cada 1,000 millones de kilómetros recorridos en tren. Y el informe asegura que muchos de éstos, en realidad, implican automóviles que cruzan las vías del tren, no descarrilamientos.
Eso, por supuesto, no quiere decir que las personas no mueran en accidentes de ferrocarril. En el 2011, la ERA registró 1,183 víctimas mortales en aproximadamente 2,300 accidentes en toda la UE. Pero 98% de esas muertes fue lo que la ERA llama víctimas externas -personas que se pusieron en el camino del tren, ya sea por error o por suicidio- y del resto, 38 murieron en su mayoría en lugares como Polonia, que tiene dificultades para modernizar su sistema de seguridad, o en Alemania, que cuenta con más de cinco veces más el número de vías que España.
España, en particular, tiene un historial de seguridad sólido, con sólo 24 pasajeros muertos y 218 incidentes entre el 2008 y el 2011. Hubo sólo 36 descarrilamientos de trenes entre esos años, a comparación de 23 que hubo en Italia y 38 en Gran Bretaña, países con el doble de tráfico ferroviario.
En el accidente del miércoles, las investigaciones preliminares sugieren que fue el resultado del exceso de velocidad del tren -entre 143 y 191 kilómetros por hora en una curva con un límite de velocidad de 80 km/h.