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Geopolítica

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El hombre más odiado de Pakistán

El hombre más odiado de Pakistán tiene 36 años, es padre de tres hijos y fanático del vóleibol. Le apodan "Flaco".

Su verdadero nombre es Umar Mansoor y los talibanes paquistanís dicen que es el cerebro detrás de la masacre de 132 niños y nueve empleados en una escuela en Peshawar, el ataque militar más mortífero en la historia del país.

Seis talibanes paquistanís entrevistados por Reuters confirmaron que el autor intelectual fue Mansoor. Cuatro de ellos dijeron que es cercano a Mullah Fazlullah, el asediado líder del grupo rebelde que ordenó matar a la activista estudiantil Malala Yousafzai.

"Él sigue estrictamente los principios de la yihad", dijo uno de los talibanes. "Es estricto con los principios, pero muy amable con sus subordinados. Es muy popular entre los jóvenes, debido a su valentía y audacia", agregó.

Mansoor alcanzó educación secundaria en la capital Islamabad, dijeron dos miembros del Talibán, y luego estudió en una madraza, una escuela religiosa.

"Umar Mansoor tenía una mente fuerte desde muy joven, siempre se peleaba con otros chicos", dijo un miembro de los talibanes.

Mansoor tiene dos hermanos y trabajó por un tiempo en la ciudad de Karachi como obrero antes de unirse a los talibanes poco después de su creación, a fines de 2007, dijo un comandante.

Su apodo es "nary", una palabra que en el idioma pastún significa "flaco", y es padre de dos hijas y un hijo, dijeron otros jefes.

"Le gusta jugar vóleibol", dijo uno de los talibanes. "Es un buen jugador de vóleibol. Dondequiera que desplaza su oficina, instala una red", agregó.

El video de los talibanes lo describe como "emir" o líder de Peshawar y de la cercana Darra Adam Khel. Mansoor se opone profundamente a las negociaciones con el Gobierno, dijeron los comandantes.

"Ha sido muy estricto desde el principio cuando se unió", dijo un comandante. "Dejó a muchos jefes detrás si tenían una posición indulgente para con el gobierno", añadió.

Un video difundido en un sitio de internet usado por los talibanes muestra a un hombre con una frondosa barba que le llega al pecho intentando justificar el ataque del 16 de diciembre. La leyenda del video lo identificó como Umar Mansoor.

"Si nuestras mujeres y niños mueren como mártires, sus hijos no escaparán", aseguró. "Vamos a pelear contra ustedes, ustedes nos atacarán y nosotros nos vengaremos contra inocentes", dijo.

Los talibanes dijeron que el ataque, en el que hombres armados y usando chalecos con bombas ejecutaron niños, fue una represalia por una ofensiva militar llevada a cabo por el Ejército paquistaní. Acusan a los militares de realizar ejecuciones extrajudiciales.

La acusación no es nueva. Muchos tribunales han manejado casos de hombres que desaparecieron mientras estaban bajo custodia de los servicios de seguridad. Algunos cuerpos fueron encontrados después, con las manos atadas a la espalda y disparos en la cabeza, o desmembrados y metidos en sacos.

Algunos funcionarios de seguridad aseguran en privado que los tribunales son tan corruptos y temerosos que es casi imposible condenar a los terroristas.

"Uno arriesga su vida para atrapar a los terroristas y los tribunales siempre los liberan", dijo un funcionario. "Si los matan, entonces no regresan", agregó.

El país está tan acostumbrado a la violencia que los hallazgos de cuerpos apenas ameritan un párrafo en un periódico local. Pero el ataque a la escuela conmocionó a una nación donde tradicionalmente las mujeres y los niños están protegidos, incluso en la guerra.

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