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Hollande, entre la espada y la pared por acción militar
Mientras se decide el camino que tomará Francia en el tema de Siria, el portaaviones nuclear Charles de Gaulle permanece en el puerto de Toulon, en el Mediterráneo.
Londres. El presidente francés, Francois Hollande, estuvo ayer bajo mucha presión, tratando de asegurar el respaldo de los legisladores antes de tomar una acción militar en Siria, en una posición considerablemente complicada debido a la decisión del presidente Obama de consultar al Congreso estadounidense antes de cualquier ataque.
Hollande, un duro crítico del presidente sirio, Bashar al-Assad, ha pedido desde hace tiempo junto con el primer ministro de Gran Bretaña, David Cameron, que se tomen medidas más duras. Pero después de la sorprendente derrota de Cameron en el Parlamento británico acerca del tema la semana pasada y el movimiento de Obama durante el fin de semana, Hollande enfrenta una nueva serie de riesgos políticos.
La Asamblea Nacional de Francia está lista para debatir mañana la posible acción en Siria, pero los legisladores no tienen previsto votar sobre una resolución. En el derecho francés, Hollande no necesita llamar a una votación sino hasta cuatro meses después de que se ha iniciado una intervención y, hasta ahora, ha rechazado llevar a cabo una antes de cualquier ataque.
Sin embargo, los opositores de Hollande sostienen que la decisión de no permitir una votación dejaría a París fuera de sintonía con otras capitales del mundo.
El gobierno en París ha presionado para que se efectúe una acción, con el primer ministro, Jean-Marc Ayrault, reuniéndose con los principales legisladores franceses para darles a conocer información interna sobre el supuesto ataque químico perpetrado el 21 de agosto por el régimen de Al-Assad.
La evidencia, según un resumen de nueve páginas publicado en el sitio web del gobierno francés, describe el uso masivo de productos químicos , los que se cree sólo pueden ser desplegados por Al-Assad o los miembros más influyentes de su clan .
La revisión francesa de un video del ataque contó al menos 281 muertos, pero los expertos franceses también llegaron a la conclusión de que otras estimaciones, tan altas como 1,500 personas muertas, son consistentes con el número probable de víctimas mortales de este tipo de ataque.
Los opositores de Hollande argumentaron que Cameron también tenía el poder de actuar sin la aprobación del Parlamento, pero que decidió consultar con los legisladores dada la complejidad del conflicto sirio.
Los analistas aseguran que Hollande se enfrenta a una difícil situación. Actuar sin el respaldo de los legisladores levantaría cuestionamientos hacia su mandato, pero una votación llevaría el riesgo de la misma humillación política que vio cómo Cameron perdió un llamado a las armas la semana pasada. Además, Hollande probablemente tendría que esperar hasta después de que el Congreso decida, a menos que deje a París en la embarazosa posición de tener que retirarse del ataque si el Congreso lo rechaza.