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Huelga general paraliza a Portugal
El paro de labores paralizó por completo servicio del metro y el transporte público, provocó la suspensión de casi todos los vuelos y llegadas al aeropuerto de Lisboa, además del cierre de miles de oficinas, comercios y lugares de esparcimiento.
Lisboa. Este jueves Portugal se sumergió en un cierre masivo de los servicios públicos luego de que los sindicatos escenificaran una huelga general contra las medidas de austeridad adoptadas a cambio de 78,000 millones (104 millones de dólares) por un rescate monetario internacional.
La huelga de 24 horas se produce en medio de las crecientes dificultades que vive Portugal, uno de los países con la economía más débil de Europa Occidental, mientras se hunde más en la recesión.
Turistas y viajeros de negocios son quienes podrían vivir los momentos más severos de esta huelga. Más de 470 vuelos internacionales podrían ser cancelados mientras que aproximadamente 1 millón de pasajeros tuvieron que realizar sus traslados sin servicio regular de autobuses o trenes. El Metro de Lisboa estuvo muy cerca de ser cerrado todo el día.
De acuerdo con reportes de las autoridades, oficinas gubernamentales, clases, correo, recolección de basura y otros servicios públicos también estuvieron muy cerca de ser detenidos.
Portugal estará atrapado tres años en un programa para la reducción de su deuda, a cambio del paquete de rescate financiero de sus socios europeos y el Fondo Monetario Internacional. El gobierno de coalición de centro-derecha, que tiene una mayoría absoluta en el Parlamento, así como la oposición de centro-izquierda del Partido Socialista, dieron su aprobación a dichas condiciones del rescate en mayo.
Pero, como en Grecia, Irlanda y otros países de la eurozona que necesitan ayuda financiera, la caída de los niveles de vida ha alimentado la indignación pública por las medidas de austeridad. La tasa de desempleo alcanza hasta 12.4% y las perspectivas de una mejora son desalentadoras, debido a que se prevé que haya una recaída en recesión el año entrante.
El próximo año, el pueblo portugués pagará más gravámenes; más impuesto sobre la renta, más impuesto de sociedades y más impuesto sobre la propiedad para ayudar a saldar las deudas del país. Al mismo tiempo, sus derechos de asistencia social se están recortando.
Los dos sindicatos más grandes de Portugal, que representan más de 1 millón de afiliados, están llevando a cabo 34 marchas en todo el país.
El primer ministro, Pedro Passos Coelho, defendió este miércoles el derecho de realizar las huelgas, pero añadió: Es importante encontrar una manera de salir de la crisis a través del trabajo duro .
Pese a que se llamó a una huelga generalizada, se espera que pocas compañías privadas cierren.