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Geopolítica

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La tensión comercial y migratoria empaña la Cumbre de los Tres Amigos

Es "la culminación de 10 meses de trabajo para revitalizar Norteamérica como una plataforma que es fundamental para nuestro éxito económico nacional, así como una asociación que puede desempeñar un papel esencial en la resolución de desafíos regionales y globales", declaró el subsecretario de prensa de la Casa Blanca, Chris Meagher.

Foto: Reuters

La llaman la Cumbre de los Tres Amigos, pero cuando Andrés Manuel López Obrador se reúna este jueves en la Casa Blanca con sus pares Joe Biden y Justin Trudeau, las tensiones comerciales y migratorias podrían aguar la fiesta.

AMLO, como se le conoce al presidente mexicano por sus siglas, mantendrá un encuentro a tres bandas con el primer ministro canadiense Trudeau y el presidente estadounidense Biden en la Cumbre de Líderes de América del Norte, la primera desde 2016.

Biden ha resucitado la cumbre enterrada por Donald Trump. Como viene haciendo con sus aliados europeos y asiáticos, quiere mejorar las relaciones entre los tres grandes países de Norteamérica, que forman el Tratado de México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

Es "la culminación de 10 meses de trabajo para revitalizar Norteamérica como una plataforma que es fundamental para nuestro éxito económico nacional, así como una asociación que puede desempeñar un papel esencial en la resolución de desafíos regionales y globales", declaró el subsecretario de prensa de la Casa Blanca, Chris Meagher.

México llega con "una visión optimista" porque el ambiente es "positivo", afirmó el miércoles el canciller Marcelo Ebrard en Washington.

Pero no todo es de color rosa.

Hecho en EU

Como un eco de la ideología "Estados Unidos primero" de Trump, Biden intenta revitalizar la tambaleante base industrial estadounidense, sobre todo impulsando el mercado de vehículos eléctricos y energías limpias. Y esto genera fricciones.

Tanto México como Canadá están alarmados por la propuesta de Biden de créditos fiscales para promover la fabricación en Estados Unidos de vehículos eléctricos.

Y Canadá y Estados Unidos desaprueban la reforma constitucional de AMLO para el sector eléctrico, por su potencial impacto en las inversiones privadas.

"Buy American", la política de Biden para fomentar la compra de productos estadounidenses, molesta a sus vecinos. Canadá lo tacha de proteccionismo manifiesto.

Meagher afirma no obstante que "habrá oportunidades de sobra" para trabajar con Canadá y México en el crecimiento económico regional.

Para el presidente mexicano la economía y los problemas en la cadena de suministro, un rompecabezas a nivel regional, son unos de los ejes de su visita, junto con la producción de vacunas contra la Covid-19.

Su canciller afirmó que en la cumbre se tratará el "desarrollo del sur de México y de Centroamérica, como respuesta a los fenómenos migratorios".

Porque la migración es otro quebradero de cabeza.

Trump convirtió la lucha contra la inmigración ilegal en el tema estelar de su campaña y Biden opta por un enfoque más humano.

Un alto funcionario del gobierno de Biden declaró a la prensa que en la reunión a tres bandas del jueves se abordarán soluciones regionales.

Frente a un "desplazamiento sin precedentes", avivado por las consecuencias económicas de Covid-19 y el cambio climático, Estados Unidos quiere "llegar a un enfoque común" y encontrar soluciones a las "causas fundamentales" del fenómeno migratorio, dijo.

Y para México hallar soluciones pasa por la ayuda al desarrollo.

El programa "Quédate en México", que obliga a los migrantes que solicitan asilo a esperar en este país la resolución de sus casos, no figura en la agenda, pero no se descarta.

Antes de la cumbre entre los tres, el presidente mexicano se reunió con Trudeau en el Instituto Cultural Mexicano.

"Somos pueblos y naciones hermanas", le dijo al primer ministro canadiense, quien afirmó que hablarían de "todos los temas en común, como los pueblos indígenas, el liderazgo de las mujeres y el hecho de que somos grandes aliados".

La reunión empezó y terminó con un apretón de manos. Antes del encuentro, AMLO salió al balcón para saludar a un grupo de simpatizantes, entre los que había mariachis, como publicó en sus redes sociales.

El presidente mexicano también se reunirá por separado con Biden.

Este jueves los líderes rehuirán asuntos delicados. No se prevé que hablen de la situación en Cuba, un tema con el que México es muy crítico porque estima que el embargo estadounidense sobre la isla es "inhumano".

Los tres mandatarios no darán una rueda de prensa al final de la jornada, sino que emitirán una declaración conjunta porque, según el canciller mexicano, es "más precisa".

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