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Geopolítica

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Lenguaje corporal de Obama irradiaba confianza

El presidente Obama tragó con fuerza después de que afirmó que la protección para los consumidores, para los pacientes y para los propietarios es más fuerte que nunca.

El presidente Obama tragó con fuerza después de que afirmó que la protección para los consumidores, para los pacientes y para los propietarios es más fuerte que nunca. Una señal segura, afirmó la experta en el lenguaje corporal Tonya Reiman, de que no estaba seguro de creer lo que estaba diciendo.

Pero cuando el Presidente llamó a los republicanos y a los demócratas a trabajar juntos para reducir el déficit, gesticulaba enérgicamente con ambas manos justo delante de él, progresivamente acercándolas a su centro. Rei­man expuso que eso significaba que él realmente creía lo que decía. Si las manos van hacia el exterior -dijo- es una señal de que la gente miente .

Sus ojos destellaban furia cuando habló de las armas y los hijos de Newtown, Connecticut. La tensión de su mandíbula registró frustración cuando habló del Sida. Sus ojos se abrieron, una señal de intensidad, cuando habló de las personas que aprenden inglés. Sus ojos parpadearon rápidamente mientras hablaba de terrorismo, una señal de que tocó un nervio sensible. Y sonrió, levantó un lado de su boca, al hablar de que los sueldos de los directores ejecutivos nunca han sido tan altos como ahora, mientras que los ingresos de los pobres y la clase media se han mantenido estancados. Ése fue un destello de desprecio , afirmó.

Reiman es una de un escaso grupo de psicólogos y antropólogos, como los del Centro de Estudios No Verbales en Spokane, Washington, que cuidadosamente dan seguimiento a los dirigentes políticos, no tanto por lo que dicen, sino por lo que su lenguaje corporal transmite acerca de lo que creen. Analizan los 46 músculos faciales capaces de hacer 10,000 expresiones, la contracción de las cejas, la sinceridad de la sonrisa, la parte sobresaliente de la barbilla y los gestos con las manos para determinar cuándo alguien dice la verdad, miente o sólo dicen cosas que piensan que la gente quiere oír.

Y lo que los expertos del lenguaje corporal afirman acerca de lo que Obama tuvo que hacer durante su discurso del Estado de la Unión el martes por la noche es que no fue sólo para llegar a otro lado del pasillo y llamar a un Congreso y país divididos por líneas ideológicas a encontrar una forma de avanzar juntos.

También necesitaba convencerlos -y a los televidentes también- que no es un simple, frío y calmado pensador cerebral, sino un tibio, empático y carismático líder digno de recibir su apoyo.

Su trabajo consistía en convencer al Congreso de que, al trabajar juntos, todo el mundo gana , indicó Reiman.

Y lo logró. Llegó a ser tan cálido y convincente. Tenía que ser dominante y enérgico, sin ser agresivo , concluyó.

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