Buscar
Geopolítica

Lectura 4:00 min

Movimiento feminista 4B: Las surcoreanas no luchan contra la misoginia, quieren exterminarla

El movimiento feminista 4B, surgido en Corea del Sur, tiene cerca de 50,000 seguidoras. Sus principios se basan en decir “no” a las citas con hombres, a las relaciones sexuales con hombres, al matrimonio y a los hijos. Este movimiento se da en un contexto de hartazgo en un país en el que las mujeres han sido históricamente oprimidas y violentadas.

Foto: Reuters

Ni citas, ni sexo, ni bodas, ni hijos. Las mujeres en Corea del Sur consideran que la misoginia está tan dentro de las estructuras sociales, políticas y económicas, que la única manera de que exista una sociedad igualitaria, es erradicándolo. Antes que tener cualquier vínculo con los varones, prefieren extinguirse.

Esto es lo que creen y predican las mujeres que forman parte del movimiento feminista “4B” en Corea del Sur. Su nombre responde a las palabras surcoreanas “bihon”, “bichulsa”, biyeonae” y “biseksu”, sus traducciones reflejan las cuatro áreas fundamentales en las que accionan, que son la sexualidad, las relaciones, el matrimonio y la reproducción.

En un contexto en donde la violencia y discriminación han oprimido históricamente a las mujeres y vulnerado sus derechos, este movimiento crece con mayor fuerza desde 1980. Se estima que actualmente hay 50,000 mujeres siguiendo los principios de este movimiento.

Las principales reglas del movimiento son:

  • No a las citas o vínculos afectivos con hombres (biyeonae)
  • No a las relaciones sexuales con hombres (biseksu)
  • No al matrimonio heterosexual (bihon)
  • No a tener hijos (bichulsa)

Al seguir estos principios, las mujeres consideran que alteran las estructuras de misoginia y, al mismo tiempo, logran construir vidas más seguras sólo entre mujeres.

¿Cómo viven las mujeres en Corea del Sur?

Aunque no existen muchos datos sobre la violencia y la discriminación con perspectiva de género, estimaciones de organizaciones internacionales muestran que en todos los ámbitos de la vida (social, económico y político) hay profundas brechas de género.

Por ejemplo, Corea del Sur tiene la brecha de ingresos laborales más amplia entre hombres y mujeres de los países de la OCDE (Organización para la Cooperación y Crecimiento Económico): ellas ganan, en promedio, 37% menos que sus pares hombres.

Por otro lado, de los puestos gerenciales y directivos, las mujeres representan apenas el 2%, para dimensionar esta problemática observar que en economías similares la representación de mujeres asciende hasta 20 por ciento.

En el trabajo, 8 de cada 10 mujeres han sido víctimas de acoso u hostigamiento; las mujeres no consideran que sus lugares de empleo sean espacios seguros.

Otra de las expresiones de violencia más claras en este país es la opresión sobre las mujeres debido a los estándares de belleza inalcanzables, así como a la normalización de intervenciones quirúrgicas e incluso dietas insalubres que llevan las mujeres con tal de no sentirse juzgadas.

La violencia doméstica y familiar también es otra de las denuncias que hacen las mujeres surcoreanas.

En este país, son cada vez más las mujeres que se dieron por vencidas con la intervención pública o la acción de los privados. Ellas mismas quieren revolucionar las cosas.

Muchas más mujeres estarían adheridas al 4B

Corea del Sur tiene una de las tasas más bajas de natalidad en el mundo, apenas 0.72 hijos nacen por cada mujer. Para dimensionar: la de México asciende a 1.90 hijos por cada mujer, de acuerdo con cifras del Banco Mundial.

Esta tasa se alinea con el total absoluto de nacimientos al año, y en los recientes, la tendencia a la baja se ha profundizado.

Las mujeres y las personas con capacidad de gestar están decidiendo esquivar el camino de la maternidad; se estima que 6 de cada 10 mujeres que están activas en el mercado laboral rechazan la maternidad.

En conjunto, esto refleja que incluso sin saberlo y sin conocer los principios del movimiento feminista 4B, son muchas las mujeres en Corea del Sur que están priorizando sus estudios, carreras o trabajos, y desafiando los prejuicios y expectativas que la sociedad pone sobre ellas.

Por otro lado, las mujeres que se adhieren explícitamente al 4B se inclinan por vivir en comunidades cooperativas y de organización colectiva desde la concinecia. También, desde este lugar, participan en actividades exclusivas de mujeres a modo de resistencia.

El movimiento feminista 4B en Corea del Sur está desempeñando un papel crucial en la lucha por la igualdad de género y la justicia social en todas las esferas de la vida y ha captado la atención del mundo entero, por la contundencia de sus principios y la convicción de quienes lo abanderan.

A medida que gana impulso y apoyo, se espera que tenga un impacto positivo en la transformación de la sociedad surcoreana hacia la igualdad y justicia. Los cambios se esperan no sólo desde la creación y modificación de las políticas públicas, sino desde la reflexión y deconstrucción de la población misma.

Las mujeres en Corea del Sur y el resto del mundo están luchando por sus derechos.

ana.garcia@eleconomista.mx

Economista por la Universidad Nacional Autónoma de México. Periodista especializada en género, derechos humanos, justicia social y desarrollo económico.

Últimas noticias

Noticias Recomendadas