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París aprovecha los Juegos Olímpicos para potenciarse como ciudad de bicicleta
El sistema Velib' y otros sistemas han visto aumentar sus cifras -por este 'efecto olímpico'- de trayectos ciclistas.
Cuando París presentó su candidatura para organizar los Juegos Olímpicos de 2024, sus responsables prometieron que sería la primera edición preparada para desplazarse en bicicleta, una promesa que parece cumplirse.
La pandemia del covid-19 había acelerado ya el desarrollo de carriles para bicicletas, más o menos seguros, y los aficionados pueden aprovecharlos para ir pedaleando a otros puntos de la ciudad o a un alto número de sedes de la competición.
Los Juegos Olímpicos y Paralímpicos han sido el acelerador de este fenómeno: 105 kilómetros de 'carriles bici olímpicos' unen zonas de París con otros lugares ligados al evento, incluso hasta el departamento limítrofe de Seine-Saint-Denis, donde está el Estadio de Francia, sede principalmente del atletismo.
"París ha cumplido su promesa, ¡es un éxito!", celebra Stein Van Oosteren, experto en modos de transporte, en su cuenta de la red social X.
"En época normal, París es la ciudad más densa de Europa, hay demasiada gente por metro cuadrado. Los parisinos han escapado [del ajetreo motivado por los Juegos Olímpicos] y han dejado al mundo entero una capital que funciona", analiza.
Estaciones temporales
La circulación ha sido difícil durante la instalación de las sedes olímpicas, pero la mayoría de barreras se han levantado y los ciclistas tienen libertad de movimientos. Los nuevos parkings para bicicletas, situados cerca de las sedes, se llenan.
París cuenta con un sistema de préstamo de bicicletas con estaciones distribuidas por toda la ciudad. Se puede tomar una en uno de los puntos donde se encuentran, localizables por una aplicación, y dejar en otro.
Se llama Velib' y cuenta con la mayor red mundial de bicis compartidas del mundo: en julio de 2024 registró una media de 145,000 carreras al día, cuando eran 129,000 en julio de 2023.
Para responder a la demanda impulsada por los Juegos Olímpicos se han instalado estaciones temporales cerca de las grandes sedes olímpicas, después de las pruebas realizadas en otros grandes eventos, como el Mundial de rugby que Francia acogió en 2023.
Se han instalado también aparcamientos, con mil plazas, cerca del Estadio de Francia, por ejemplo. Todo ello por un coste global de 7.8 millones de euros [8.5 millones de dólares], según las autoridades locales.
Llegar directamente
"Estos carriles bici, estos aparcamientos para ciclistas, son un legado" de estos Juegos Olímpicos, subraya Patrick Ollier, presidente de la metrópolis del Gran París, que agrupa a la capital y a 130 localidades. "Esto está destinado a que los usuarios puedan ir a las sedes en bicicleta y luego permanecerá como una de las formas de circular", señaló.
"En el Estadio de Francia es bastante increíble", destaca Pierre Rabadan, adjunto en el gobierno municipal de París responsable de los Juegos Olímpicos.
"Los aparcamientos [para automóviles] no se utilizan, cuando normalmente están siempre llenos cuando hay eventos en el Estadio de Francia", destaca.
¿Pero cómo saber si los espectadores de fuera de París y los extranjeros llegan de verdad a las sedes en bicicleta y en qué número?
El sistema Velib' permite a esos visitantes utilizar su red durante unas horas o algunos días: 73,000 "usuarios únicos" [que no tienen un abono de larga duración] utilizaron estas bicicletas en julio, en decir, un 15% más que en julio de 2023.
Otros operadores con otros sistemas de uso han visto también aumentar sus cifras por este 'efecto olímpico': Lime ha tenido un 50% de trayectos suplementarios y 60,000 nuevos usuarios desde el inicio de los Juegos y Dott ha visto doblarse el número de trayectos, que son también más largos que de costumbre.
"Es genial, es fácil, es rápido", afirma Jason Bowen, un turista estadounidense, en el bulevar de Grenelle de la capital francesa. "Es más fácil esto que moverse en Uber, nos subimos a la bici y llegamos rápidamente", celebra.