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Geopolítica

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Rebeldes contemplan separación en Libia

La oposición en Libia negocia con socios internacionales a fin de establecer un sistema económico y político en el país.

Benghazi. una libia, con Trípoli como capital es una consigna pintada en los muros de esta ciudad rebelde y repetida por los líderes de la oposición. Pronostican que Muammar Gaddafi caerá en una semana, dos a lo mucho, y entonces podrán edificar un nuevo país.

Pero conforme las semanas se convierten en meses y los avances en el campo de batalla se estancan, esta parte de Libia, dominada por los rebeldes, se establece cada vez más como un Estado separado de facto.

Desde la revuelta de febrero que puso fin al régimen de Gaddafi en esta región, las escuelas y muchos negocios han permanecido cerrados, pero la policía está de regreso en las calles, los hospitales están funcionando y algunos comercios poco a poco regresan. Detrás del telón, los líderes de la oposición negocian con socios internacionales para establecer un sistema económico y político, durante un periodo de separación que podría extenderse indefinidamente.

El martes pasado llegó un buque tanque al puerto rebelde de Tobruk para abastecerse de crudo de exportación, la primera vez que ello ocurría en más de tres semanas. Aunque no queda claro si los rebeldes lograrán exportar suficiente crudo para mantenerse económicamente, la llegada del buque fue un paso simbólico en la trayectoria de los rebeldes, de revolucionarios accidentales a gobernadores y estadistas.

También el martes, los líderes rebeldes por primera vez dieron la bienvenida a un enviado oficial de Washington, que llegó para sostener pláticas y brindar asistencia al consejo que maneja los asuntos en el este.

Para Estados Unidos y otras potencias occidentales, los esfuerzos rebeldes por construir los rudimentos de una nación en el este de Libia reflejan la realidad de un impasse militar, en el que la OTAN podría quedar atrapada durante largos meses o más.

Cuando se inició la revuelta, dice Fathi Baja, titular de relaciones internacionales de los rebeldes, la gente no tenía idea de lo que quería, más allá de derrocar a Gaddafi. Conforme hemos ido creando entidades políticas, vida económica y organizando un ejército, nos encontramos en otra etapa .

Pero mientras no se logre un cese al fuego permanente, será muy difícil el nacimiento de un nuevo país.

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