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Resistencia y apoyo militar, claves para ganar la guerra: embajadora de Ucrania en México
Durante un evento en la Universidad Iberoamericana, la embajadora ucraniana Oksana Dramaretska enfatizó que la resistencia y el apoyo militar internacional son esenciales para superar la invasión rusa y preservar la soberanía de Ucrania.
El próximo 24 de febrero se cumplen dos años de la invasión rusa a Ucrania por lo que analistas ven que el papel de la comunidad internacional y la eventual llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, que impactaría en el financiamiento y la configuración de la OTAN, son algunos de los escenarios que se tendrán que sortear, mientras que la embajadora de Ucrania en México, Oksana Dramaretska, consideró que para ganar la guerra se requieren resistencia y el apoyo militar.
Durante su participación en el conversatorio 2024: Dos años de la invasión de Rusia a Ucrania, balance, tensiones y perspectivas organizado por la Universidad Iberoamericana, la diplomática aseguró que Rusia no tiene intenciones de retirar sus tropas, ni buscar soluciones diplomáticas pues su intención es conquistar tierras, aniquilar una nación.
"Rusia hace todo lo posible por sembrar la duda y la discordia entre las naciones libres que apoyan a Ucrania, no debemos permitir que logre su objetivo (...) 2024 debe ser el año en que Ucrania expulse a Rusia de sus territorios", dijo.
México y la neutralidad
En cuanto a la postura neutral de México, Dramaretska expresó que eso es visto por Rusia como un apoyo y destacó que su país no tiene problemas con la neutralidad dado que la Doctrina Estrada es básica para México.
"El problema es cómo se lee y traduce esta neutralidad. La clásica versión de neutralidad la vemos en Suiza que apoya a Ucrania con financiamiento y participa en la imposición de sanciones, además de que no ha mandado a sus tropas a un territorio que está en guerra", manifestó.
Por su parte, Jaime Fernández-Rúa, Consejero Político en la delegación de la Unión Europea en México, recordó que el apoyo del bloque es inquebrantable, además de que ha impuesto sanciones a Rusia.
Rina Musalli, asociada COMEXI, recapituló que a lo largo de estos dos años se ha visto impactado el orden de los equilibrios a nivel mundial, el enfrentamiento de dos ejes políticos: Estados Unidos y la Unión Europea frente a Rusia y China, afectaciones en los ciclos económicos a nivel internacional, una reorganización de alianzas comerciales desencadenando el minimultilateralismo, asi como las implicaciones sociales-humanitarias.
"Se tiene que popularizar lo que está pasando en Ucrania (...) es un tema de guerra y paz porque afecta la seguridad internacional, porque es un tema que está relacionado con la proliferación nuclear y retrasa la agenda de Desarrollo 2030, la guerra tiene afectaciones de alguna manera a todos los ciudadanos del mundo", dijo.
Advirtió que la política internacional es un tsunami, además de que la situación en Ucrania, en palabras de Rob Bauer, presidente del Comité militar de la OTAN, ha hecho que el mundo esté en un orden de preguerra y no de posguerra.
"Es decir, podemos escalar a una tercera guerra mundial, híbrida, multifactorial, multiniveles y esto debe preocuparnos", agregó.
Enfatizó que los efectos adversos de la guerra han afectado a los mexicanos como consumidores, productores, exportadores e importadores.
"Mucha de la riqueza que se genera en el país está ligada al comercio internacional. Está la alza energética, la inseguridad alimentaria, el alza en los precios de productos básicos. Nuestro poder adquisitivo se ha mermado y el poder de las cadenas de suministro", enumeró, sin olvidar que la migración de ucranianos y rusos y la desinformación forman parte de los impactos.
Escenarios en el tercer año
Aribel Contreras, coordinadora de la licenciatura en Negocios Globales en la Universidad Iberoamericana, enfatizó que no se trata solo de Ucrania, sino de la tambaleante paz y seguridad internacional.
Además, puntualizó que el año electoral en Estados Unidos no debe perderse de vista pues la posible llegada de Donald Trump, por segunda vez a la Casa Blanca, cambiaría el escenario provocando un sismo geomilitar a la OTAN, generar una relación ríspida con el inquilino del Palacio Mariyinski y cerrar la llave del financiamiento.
La analista en asuntos globales recordó que la guerra no avanza de manera lineal sino en espiral ya que se suman nuevos actores, fenómenos, crisis, elementos y polos de poder.
Enumeró que en la recta del tercer año de guerra se tendrán que sortear la creencia de que tomar parte del territorio de Ucrania es la única solución al conflicto; la dependencia del apoyo financiero de Estados Unidos y la Unión Europea; los intereses geopolíticos y geoeconómicos de diferentes países; la atención a la guerra en Medio Oriente, así como la falta de voluntad para poner fin a la guerra por parte de las superpotencias.
"Pero para el cuarto año, es decir, febrero del 2025 será más pulverizador que estos tres años ya que podría ser el año decisivo para Ucrania porque el choque de trenes no sólo sería Kiev-Moscú sino también en otro espectro Kiev-Washington. Intentar suplir el apoyo estadounidense por el europeo suena muy romántico pero no será suficiente ya que la propia Unión Europea enfrenta elecciones parlamentarias este junio y sus propios retos para el resto del año y para el 2025", agregó.
"El mundo se divide con el conflicto en Medio Oriente donde ya dejó de estar focalizado entre Israel y Hamás debido al involucramiento de otros grupos pro iraníes en otros países y porque toca otros intereses geopolíticos de la Liga Árabe", concluyó.