Trump, una espiral descendente

La divulgación de información clasificada a funcionarios rusos es la demostración más preocupante sobre el manejo del presidente Trump en asuntos de seguridad nacional.

El martes, el magnate confirmó la nota que el Washington Post publicó el lunes por la tarde en su versión web, sobre la información relativa al Estado Islámico que él compartió con el canciller y embajador rusos, Sergei Lavrov y Sergei Kislyak, respectivamente.

Las consecuencias de la revelación de datos protegidos podrían acarrear enormes problemas.

Los intentos que lleva a cabo el gobierno por defender la decisión de Trump sobre compartir información con Rusia revelan que el caos continúa en la Casa Blanca.

Cuando el Washington Post reveló la noticia, funcionarios de la administración la desmintieron. Lo hizo el asesor en Seguridad Nacional, HR McMaster, y la asesora adjunta Dina Powell. Unas horas después, Trump utilizó Twitter para escribir de manera valentonada que sí lo hizo porque el asunto compartido es de seguridad en materia aeronáutica: tengo derecho a hacerlo , comentó.

Lo que también refleja el escenario del presidente con los rusos es su grave desconocimiento en las relaciones internacionales y la enorme debilidad del personal que le rodea, porque no ha encontrado los procesos adecuados para dejar atrás la crisis.

Los métodos del presidente para interactuar con líderes internacionales son increíblemente primitivos. Una parte importante del trabajo la hace su yerno Jared Kushner, mientras posiciones relevantes en el departamento de Estado continúan vacantes.

La posibilidad de que Trump patine en su debut en giras internacionales es latente. El senador republicano Bob Corker describió a la Presidencia de Trump como una espiral descendente . El freno de la caída requeriría de una renovación a fondo del personal del primer círculo. Toda la nación lo espera.

No será fácil.