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Geopolítica

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Uber apela a la diplomacia para reinventarse en Londres

La capital británica decidió no renovar la licencia de la aplicación, alegando un enfoque irresponsable de la seguridad.

 

En las escaramuzas pasadas contra los reguladores locales, el manual de estrategia de Uber bajo el cofundador y ahora derrocado CEO Travis Kalanick era simple: combate.

Ahora que el nuevo CEO, Dara Khosrowshahi, lidia con una impresionante amonestación por parte de Londres, el manual suma otra página: combate, pero ofrece una cierta humildad diplomática.

El viernes, apenas unas horas después de que las autoridades de transporte de Londres decidieran no renovar la licencia de operación de Uber, debido a una falta de responsabilidad corporativa, Uber se acomodó para dar su primer golpe. Decidió reclutar a su base masiva de usuarios para obtener su apoyo. En línea, pidió a sus clientes escribir sus opiniones para poner presión a los reguladores. Actualmente ya tiene más de 770,000 firmas. También prometió recurrir la decisión y acusó a los reguladores de ceder a los intereses de los taxistas.

Luego, Khosrowshahi compartió en Twitter: “Querido Londres: Estamos lejos de ser perfectos”, escribió. “Por favor trabaja con nosotros para corregir las cosas”.

Queda por ver cuál estrategia funcionará mejor, y Uber también corre el riesgo de contraponer a los funcionarios de Londres enviando mensajes contradictorios. Pero desviarse del enfoque de Kalanick es exactamente la táctica correcta para Khosrowshahi, dice Jan Dawson, analista en jefe de Jackdaw Research en California.

La conciliación, según él, probablemente requerirá concesiones, pero también traerá la paz en el enorme mercado de 40,000 conductores y 3.5 millones de pasajeros —más de 5% de la base a nivel mundial de 65 millones de usuarios de Uber.

Mientras Uber creció a la velocidad de la luz durante los últimos siete años, a menudo entró en ciudades de Estados Unidos sin permisos. Cuando los taxistas se quejaban, Uber continuaba retándolos desafiantemente. Por lo general, las tácticas de Kalanick prevalecían.

“Somos totalmente legales y el gobierno nos está diciendo que debemos cerrar”, dijo en un artículo de 2014 de Vanity Fair. “Y puedes hacer lo que dicen o puedes luchar por lo que crees”. Le llamó a esta estrategia “confrontación de principios”.

Funcionó en Chicago hasta el año pasado, donde el concejal Anthony Beale, que luchó sin éxito para regular más fuertemente a Uber, dijo que la compañía usó a los pasajeros y conexiones políticas para ganar —por lo menos hasta entonces— una pelea sobre la revisión de los antecedentes de sus conductores a través de sus huellas dactilares.

El lunes, Khosrowshahi, quien fue contratado el mes pasado por el gigante de reservas de viajes Expedia­, se disculpó por los errores del pasado. Uber “se equivocó” durante su expansión global y está dispuesto a cambiar para permanecer en el negocio en Londres, dijo en una carta abierta publicada por el periódico Evening Standard.

Transport for London, el organismo regulador, dijo que no renovaría la licencia de cinco años de Uber cuando expire el día de mañana, 30 de septiembre. La pelea deja una oportunidad para Lyft, el rival de Uber mucho más pequeño que se ha planteado un crecimiento fuera de EU.

Uber ha luchado con una serie de escándalos este año, desde acusaciones de sexismo hasta sugerencias de que utilizó software para ocultar información de los reguladores.

Transport for London refirió que no renovaría la licencia de Uber porque la compañía no es “adecuada ni apropiada” para operar en la ciudad. Uber no denunció delitos graves a la policía de Londres, incluyendo una agresión sexual, dijeron las autoridades, y no llevó a cabo verificaciones adecuadas de antecedentes de sus conductores.

¿Regresará el combate?

amp

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