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Washington, toda una atracción por investidura de Obama
Las autoridades estiman un promedio de 2 millones de asistentes al acto, para el cual se diseñó un operativo de seguridad sin precedentes.
Washington ya ha comenzado a recibir a centenares de miles de personas que acuden a la investidura de Barack Obama como primer presidente negro del país, lo que ha hecho que más de uno haya querido aprovechar la ocasión para hacer negocio.
Las autoridades calculan que el martes cerca de dos millones de personas se desplazarán al Capitolio y al Mall, el gran parque que comunica la sede del Congreso con el Monumento a Lincoln a lo largo del centro de la ciudad. Es la mayor cifra registrada nunca para una investidura presidencial.
Y todos ellos requieren alojamiento, un requisito que se hace aún más imprescindible dada la ola de frío polar que azota Washington, que hoy ha colocado los termómetros en los doce grados bajo cero en la escala de Celsius y que se espera que continúe la semana próxima.
Los hoteles de la capital registran llenos hasta la bandera para estos días desde hace ya semanas.
Eso ha hecho que a algunos ciudadanos se les haya despertado el espíritu empresarial y hayan puesto a disposición de quien los quiera alquilar, y por precios de oscilan de lo módico a lo directamente obsceno, sus viviendas, o sus sofás camas, o a veces incluso un trozo de suelo.
Por 200 dólares la noche, un grupo de compañeras de piso ofrecen dos sofás, eso sí, "muy cómodos" y en una zona selecta que, aunque no está particularmente cerca de los eventos, sí está bien comunicada.
Una casa entera de tres dormitorios en la zona del Capitolio se cotiza a 4.000 dólares por los cuatro días de festejos de la investidura, según figura en la página de anuncios por Internet "Craigslist.com".
Otra vivienda de tres dormitorios pero bastante más lejos, en Arlington (al otro lado del río Potomac), se oferta por 8.000 dólares los cuatro días. Y matiza que se trata de una rebaja.
Si alguien alquila esa vivienda, ya puede estar advertido de que su única manera de llegar a los festejos será en transporte público. O caminando cerca de ocho kilómetros.
Como parte del mayor dispositivo de seguridad jamás desplegado en Washington, entre el lunes y el martes quedarán cortados los puentes que dan acceso a la ciudad a través del Potomac.
Tampoco se permitirá el paso a ningún vehículo en un área de 5,6 kilómetros cuadrados en pleno centro de Washington.
Las autoridades locales han advertido de que el tráfico puede ser esos días materia para las peores pesadillas. Según el concejal del condado de Montgomery Michael Knapp, "donde haya una mínima posibilidad de atasco, lo habrá".
Eso ha aguzado también el ingenio de los ciudadanos para poder tener garantías de llegar a Washington a la ceremonia.
Los más espabilados han copado ya los servicios de alquiler de "segways", unos vehículos con el aspecto de un patinete a motor que serán de los pocos autorizados a cruzar los puentes. Otros se preparan para largos trayectos en bicicleta o incluso en patines.
Hay quien estaba dispuesto a cruzar el río en kayak, hasta que el Servicio de Guardacostas, que estará a cargo de la seguridad en el Potomac durante las celebraciones, afirmó que será imposible.
"Todo el río estará cortado. No se permitirá ningún tráfico fluvial", declaró el portavoz del Servicio, Jason McDaniel, que recordó que habrá 40 lanchas patrullando el río para disuadir a los atrevidos.
No sólo habrá lanchas. Según han revelado las autoridades, en el dispositivo de seguridad, coordinado por el Servicio Secreto, participan más de 40.000 agentes y funcionarios de casi un centenar de entidades federales y locales.
Los servicios secretos han indicado que no hay señales de que se preparen atentados, aunque la presencia de numerosas personalidades y el hecho de que se trata de la investidura del primer presidente negro representan en sí razones para el aumento de la seguridad.
Las celebraciones comenzarán mañana mismo, con un recorrido en tren de Obama desde Filadelfia hasta Washington.
El domingo, el presidente electo participará en una ceremonia de bienvenida que culminará en un concierto en el Monumento a Lincoln, al que se espera a medio millón de personas y en el que intervendrán estrellas de la categoría de Bruce Springsteen, Bono o Beyoncé.
Tras una jornada dedicada al voluntariado el lunes, los festejos culminarán el martes con la solemne jura en las escalinatas del Capitolio sobre la Biblia de Lincoln y el desfile presidencial hacia la Casa Blanca, con la ciudad completamente engalanada.
klm