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El colapso cripto fue ocasionado por falta de regulación, volatilidad y apalancamiento
Desde la caída de la stablecoin Terra USD, del proyecto Terra Luna, en mayo de 2022, varias compañías que realizaban operaciones de intercambio de criptomonedas o de préstamos con este tipo de activos comenzaron a tambalearse ante la posible alza de tipos de interés de la Reserva Federal y el miedo a que otras empresas de la industria pudieran sucumbir.
El colapso de distintas empresas de la industria de las criptomonedas, como centros de intercambio y fondos de capital, fue provocado por la falta de una regulación robusta para esta industria, por la volatilidad intrínseca a varios de los activos virtuales y por el apalancamiento que registraron varias de estas compañías, coincidieron miembros de la industria.
Desde la caída de la stablecoin Terra USD, del proyecto Terra Luna, en mayo de 2022, varias compañías que realizaban operaciones de intercambio de criptomonedas o de préstamos con este tipo de activos comenzaron a tambalearse ante la posible alza de tipos de interés de la Reserva Federal y el miedo a que otras empresas de la industria pudieran sucumbir.
Terra Luna es una criptomoneda creada con el objetivo de que su valor permanezca estable con el paso del tiempo a través de un respaldo como el dólar u otras criptomonedas. El valor de este activo pasó de su máximo histórico por encima de los 119 dólares, en abril, a prácticamente cero dólares en los primeros días de mayo.
La stablecoin es ahora popular por ser el primer episodio de una serie de fracasos en torno a la caída en el valor del mercado de las criptomonedas, desde una capitalización máxima de casi 3 billones de dólares hasta el billón que vale actualmente. Compañías como Celsius, Voyager y el fondo Three Arrows Capital siguieron a Terra Luna entre los proyectos afectados por el derrumbe del mercado de las criptomonedas.
Casos como el de Celsius fueron muy sonados, pero hubo muchos otros que no lo fueron tanto, como el de Vauld, con su sede en Singapur.
La compañía había tenido que soportar retiros por 198 millones de dólares desde el 12 de junio a principios de julio, en un contexto de precios cada vez más bajos que mermaban su negocio de préstamos. Una semana antes la plataforma CoinFlex también había congelado los retiros, misma medida que tomó BlockFi.
“Más que nada lo que pasó aquí fue la falta de regulación y protección de inversionistas donde fondos y otras empresas que estaban realizando operaciones de préstamos sin colateral y apalancados se destruyeron por completo”, dijo Fernando Martínez, director para las Américas de OSL, un exchange de criptomonedas especializado en atender a clientes institucionales y family offices.
De acuerdo con Martínez, un evento como el de Terra Luna hizo que la industria entrara de forma drástica en pánico, con lo que quedaron expuestas varias plataformas que realizaban operaciones con un nivel de apalancamiento que no era saludable, es decir, que utilizaban grandes montos de deuda sin ningún colateral con el objetivo de maximizar sus rendimientos con el incremento del precio de los activos.
El mercado de intercambio de criptomonedas se ha mantenido al alza en sus primeros años de existencia. De acuerdo con un informe publicado en junio por el exchange Crypto.com, de Hong Kong, a ese mes se tenían registrados 221 millones de personas identificadas que han hecho transacciones con criptomonedas.
Sin embargo, es la volatilidad de los precios y no la falta de interés en el mercado lo que hoy golpea a diversas plataformas de intercambios. El precio de Bitcoin, por ejemplo, ha pasado de más de 68,000 dólares en noviembre a menos de 24,000 actualmente, con una zona baja de 17,611 dólares el mes pasado.
Para Paolo Ardoino, director de tecnología de Bitfinex, sobrevivir a un entorno como el actual las empresas implica que las empresas tengan una adecuada gestión del apalancamiento, de préstamos y empréstitos. “Esto es particularmente cierto en el espacio de las criptomonedas, donde tenemos niveles tan altos de volatilidad”.
“Las empresas que practiquen una gestión cuidadosa del riesgo, inviertan en latencia y liquidez, y permitan la facilidad de uso y el acceso a diferentes oportunidades de inversión, serán recompensadas con la lealtad del cliente”, añadió Ardonio, quien rechazó hablar de errores que cometieron otras plataformas.
Pero no sólo fueron las plataformas con un nivel de apalancamiento no saludable las que sufrieron la caída del mercado de los criptoactivos. Los principales afectados por este colapso fueron sus usuarios, que en muchos casos perdieron su patrimonio o los ahorros que habían invertido en estas plataformas.
Basta conocer las historias contadas en un reportaje del diario The Wall Street Journal, que señala que algunas de las comunidades más vulnerables en Estados Unidos están entre las más afectadas por la caída de compañías como Celsius o con leer algunas de las confesiones de la cuenta de Twitter Coinfessions: “Yo y mi esposa trabajamos duro y vivimos frugalmente. Nunca tomamos vacaciones o comimos fuera, así que el verano pasado finalmente terminamos de pagar nuestra hipoteca y cuando Bitcoin pasó de 69,000 a 58,000 dólares en noviembre de 2021, tomé un préstamo con garantía hipotecaria por 500,000 dólares y compré Bitcoin con él. Estaba convencido de que bitcoin alcanzaría los 100,000 dólares. Ahora mis bitcoin solo valen 165,000 dólares y tengo que volver a pagar una hipoteca por 500,000 dólares”, reza una de las confesiones anónimas de la cuenta.
Para Maximilano Hinz, director de Binance en América Latina, si bien la volatilidad de los criptoactivos y la falta de regulación hacen que la caída de estos y de varias de las compañías del sector sean más aparatosas, este episodio se trata de una corrección de mercado igual a las que sufren los mercados de activos tradicionales, como el bursátil.
De acuerdo con el director regional del exchange de criptomonedas más grande del mundo, a diferencia de aquellos proyectos con menos sustento en la industria, el mantener una cultura financiera sana y no estar apalancados, le ha permitido a la compañía mantener su curva de crecimiento y, principalmente, seguir ampliando a su equipo, pues conservan abiertas alrededor de 500 vacantes.
Hinz advierte que la clave del crecimiento de la industria se encuentra en la educación de sus usuarios, sobre todo en la región latinoamericana, donde de acuerdo con el ejecutivo, los criptoactivos han reducido las barreras de entrada para que las personas puedan ahorrar y diversificar sus ahorros.
“Nosotros siempre recomendamos que los usuarios comiencen con montos pequeños para aprender de este mundo y después comenzar a introducirse más profundamente. Cuando uno pone dinero en cualquier tipo de activo volátil siempre existe el riesgo, por lo que una persona no debería colocar una cantidad de dinero que no esté dispuesta a perder”, remató.
rodrigo.riquelme@eleconomista.mx / jose.rivera@eleconomista.mx
kg