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Incierto panorama para el consumo
De acuerdo con el comportamiento económico durante el 2014, podríamos pensar en otro año perdido para el sector consumo en México.
De acuerdo con el comportamiento económico durante el 2014, podríamos pensar en otro año perdido para el sector consumo en México. A pesar de que algunas variables muestran una mejora, las relacionadas con el consumo siguen teniendo un desempeño muy débil.
Las consecuencias de una política fiscal regresiva fueron más fuertes de lo esperado, afectando al ingreso disponible de la población.
El consumidor está altamente apalancado. Para lograr tener un mayor nivel de compra, ha aprovechado las promociones que ofrecen las principales cadenas comerciales, en especial las de mensualidades sin intereses.
Sin embargo, esta conducta ha derivado en una alta carga financiera que no está respaldada por un mayor ingreso disponible.
La confianza del consumidor, que ya mostraba crecimiento en los primeros meses del año, volvió a decrecer, logrando un alza apenas hasta el último mes registrado.
De acuerdo con las cifras dadas a conocer por la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (Antad), en septiembre las ventas mismas tiendas disminuyeron 2.1%, muy por debajo del estimado del mercado, mientras que las ventas totales crecieron apenas 2.3%, uno de los más bajos niveles en los últimos 12 meses.
Los datos están en línea con lo registrado por Walmart de México, que presentó una disminución en las ventas mismas tiendas durante septiembre de 2.7 por ciento. Cabe destacar que la empresa tiene una importante influencia en los resultados de la Antad por su tamaño.
Las tiendas de autoservicio son las más afectadas, seguidas por las tiendas especializadas, las cuales también registran una disminución en ventas mismas tiendas durante el mes.
Estacionalmente, septiembre es negativo pues gran parte del gasto familiar se destina al regreso a clases. Sin embargo, aún en cifras desestacionalizadas se dio una baja debido a que las condiciones económicas de los consumidores se han deteriorado.
El inicio de año fue malo. Muy pronto contemplamos que no se cumpliría el estimado anual de la Antad, que esperaba un crecimiento en ventas mismas tiendas de 1.7% para el 2014. Las expectativas eran moderadas, ya que el año anterior tampoco se alcanzó el nivel originalmente previsto.
Aun así, se albergaba algo de esperanza en que la segunda mitad del año presentara mejores resultados que la primera. Sin embargo, el tercer trimestre tampoco ha mostrado un mayor dinamismo.
El mundial de futbol presentó algo de distorsión en las ventas mensuales, pero en el agregado los resultados anuales reflejan a un consumidor apalancado y debilitado.
Quedan tres meses por delante, pero octubre no ofrece buenos augurios debido a que los consumidores se esperan para realizar sus compras hasta noviembre. Es decir, las empresas comerciales basan su esperanza en el Buen Fin.
Este podría ser el momento para tener un mayor impulso económico, sin embargo, sólo se lograría con una campaña agresiva de promociones, la cual impulsa las ventas pero afecta los niveles de rentabilidad de las empresas.
No vemos elementos que puedan generar un repunte en el corto plazo, por lo que el crecimiento económico seguirá basado en la demanda externa.
Esperamos que en el 2015 la historia pueda ser diferente, con expectativas de un mayor crecimiento económico que se reflejen en un consumo fortalecido.
La solidez, sin embargo, no será inmediata. A pesar de que haya un mayor dinamismo económico, el consumidor debe reducir su nivel de apalancamiento y sólo entonces podrá incrementar su poder adquisitivo.
Cristina Morales es Análisis Bursátil Senior de Signum Research.