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Inversionistas esperan leyes secundarias de reforma energética: Mark Mobius
El presidente ejecutivo de Franklin Templeton Emerging Markets Group anticipó que seguramente habrá presiones por los beneficios que ofrecen la implementación de estos cambios.
Una vez que México aprobó las reformas, entre ella la energética, el sector inversionista global manifiesta su interés por el país, pero en particular por la publicación de las leyes secundarias y conocer más a detalle con qué rapidez se implementarán las mismas, anticipó Mark Mobius, presidente ejecutivo de Franklin Templeton Emerging Markets Group.
Mobius que está de visita en México, refirió que ha visitado diversos países en América Latina, y el sector inversionista se encuentra entusiasmado por la aprobación de las reformas en nuestro país.
Seguramente habrá presiones internas y externas para ver los beneficios económicos de la reforma energética , comentó Mobius.
En contraste con lo que sucede en México y la expectativa por las reformas, principalmente la energética, en Brasil el escenario es inverso, de acuerdo con la opinión de los especialistas de Franklin en la región.
Brasil se ha transformado en uno de los países emergentes menos favoritos para los inversionistas, por no cumplir con sus expectativas, a pesar de que es el mercado de capital con mayor liquidez en América Latina , comentó Claus Born, vicepresidente senior de Templeton Emerging Markets Group.
Para Born, un favor negativo en Brasil es el incremento del capital en Petrobras, que fue favorable para los inversionistas minoritarios, pero que destruyó la confianza. El precio de las acciones de la principal petrolera de esta nación han caída 75% en los últimos cinco años.
En América Latina, Colombia se ha mostrado como una opción atractiva, debido a que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) es el más alto de la región, cercano al 4%, de acuerdo con las cifras oficiales.
Para México, otro factor a favor es la captación de la inversión extranjera directa, gracias a que la moneda no está bajo presión, como sí sucede en Brasil.
patricia.ortega@eleconomista.mx