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La economía mexicana se debe adaptar al cambio climático: BMV
El cambio climático es uno de los desafíos más grandes a los que se enfrentan México y el mundo. De hecho, los efectos del cambio climático son cada vez más extremos y la economía de México necesita adaptarse a estas consecuencias, dijo Jorge Alegría, director general de la BMV.
La BMV promueve el MÉXICO2, un foro que busca promover la compensación de emisión de carbono. Foto: Especial
León, Gto.- El cambio climático es uno de los desafíos más grandes a los que se enfrentan México y el mundo. De hecho, los efectos del cambio climático son cada vez más extremos y la economía de México necesita adaptarse a estas consecuencias, dijo Jorge Alegría, director general de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).
Durante su participación en la inauguración del México Carbon Forum 2024 llevada a cabo en esta ciudad, Alegría comentó que el cambio climático tiene impactos significativos en México a nivel no solo ambiental sino económico.
Para ello, la BMV “está comprometida en impulsar los instrumentos financieros que nos permitan combatir al cambio climático y llevar los recursos económicos a los proyectos que necesitamos financiar”.
Un ejemplo de ello, comentó, es la emisión de bonos verdes y bonos sustentables.
Tan solo en el 2023, dijo, se emitieron casi 60,000 millones de pesos en bonos verdes, que representó el 45% del total de bonos emitidos en la BMV, mientras que la emisión de bonos sustentables fue de 41,000 millones de pesos, aproximadamente el 31% de las emisiones de bonos totales.
Estos recursos, indicó, se canalizan al financiamiento de proyectos con beneficios ambientales positivos.
El director general de la BMV comentó que la plaza bursátil ha impulsado desde 2013 el desarrollo de mercados de carbono en México con el lanzamiento de la plataforma MÉXICO2.
Además, agregó, desde 2021, MÉXICO2 organiza el Mexico Carbon Forum.
Por su parte, Eduardo Piquero, director general de MÉXICO2 dijo que hoy en día es “más que urgente” atacar el cambio climático, pues el calentamiento global “avanza de manera alarmante y se acelera a un ritmo del cual no teníamos conocimiento”.
Comentó que hoy solo ocho estados del país poseen un impuesto a las emisiones de carbono, pero sólo tres de ellos permiten la compensación de emisiones como método del pago de este impuesto: Querétaro desde el año pasado, Tamaulipas desde el próximo año y Guanajuato.
Agregó que estas reducciones constituyen el único aporte de reducciones de emisiones verificables por un tercero hacia las metas de reducciones del país.
Mientras otros cinco estados poseen un impuesto que recolecta recursos, pero no lo hacen compensable. El greenwashing no es sólo de las empresas”, indicó.
Por otro lado, explicó, bajo la Ley General de Cambio Climático, aprobada en 2012 y reformada en 2018, La Federación tiene la obligación de poner en marcha un sistema de comercio de emisiones.
“Se trata de un mecanismo complejo, pero es el más efectivo para reducir emisiones de gases de efecto invernadero. Al día de hoy, ya hemos transitado con éxito una primera etapa piloto de este mecanismo, misma que terminó en diciembre de 2022”.
Piquero dijo que desafortunadaente, a un año y ocho meses después del fin de esa fase, México está a la espera de las reglas para continuar este proceso bajo una etapa de implementación completa del sistema.
“Es alarmante esta demora teniendo en cuenta no sólo la voluntad del sector privado para avanzar en ese sentido y los importantes recursos de la cooperación internacional invertidos en este tema, sino que se trata de cumplir con la Ley”.
Eduardo Piquero indicó que ante el riesgo sistémico de un panorama internacional con y compleja regulación climática, México está paralizado a pesar de contar con la infraestructura legal y técnica para protegerse de barreras arancelarias en desarrollo.
“El cambio de gobierno representa una oportunidad única -tal vez la última- para avanzar en la construcción de un sistema de comercio de emisiones”. De todas maneras, destacó que tomará tiempo y mucho esfuerzo reconstruir las capacidades técnicas y la infraestructura perdida durante los últimos años.