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Más del 50% de deuda emitida en 2023 será ASG

El director general de la BMV consideró que si no hay un título de deuda que no tenga una etiqueta ASG “el inversionista no le va a entrar”.

José Oriol Bosch dijo que este mercado de bonos etiquetados surgió con la emisión del primer bono verde. Foto EE: Eric Lugo

Por primera vez en este año, el monto levantado a través de las emisiones de bonos con enfoque ambiental, social y de gobernanza (ASG) representará más del 50% de todas las colocaciones de deuda de largo plazo realizadas en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).

Así lo adelantó José Oriol Bosch, director general de la BMV, luego de proyectar que este porcentaje llegará, en algunos años, a casi el 100 por ciento.

“En 2023 ya vamos a estar por primera vez arriba del 50% porque tenemos ya un pipeline (solicitudes) de emisoras que van a venir en las siguientes semanas, de aquí a fin de año, a hacer una colocación y si vemos eso, ese porcentaje ya va a ser mayor al 50%”, mencionó durante su participación en el foro de Finanzas Sostenibles México 2023.

Ese no va a ser el límite, creo que en algunos años va a ser, probablemente, cercano al 100 por ciento”, abundó.

José Oriol Bosch consideró que si no hay un título de deuda con el que se conozca el destino de los recursos y si no tiene una etiqueta ambiental, social o de gobernanza “el inversionista no le va a entrar”.

Recordó que en 2016, cuando se emitió el primer bono verde en la BMV, este mercado representaba el 2% del total de la deuda de largo plazo colocada en el centro bursátil.

Después las emisiones en el mercado crecieron poco, aunque en 2019 casi se frenaron porque apenas se registró un aumento de 0.3% respecto al 2018. Para el 2020, año de la pandemia de Covid-19, las colocaciones de bonos etiquetados empezaron a crecer y terminaron en ese periodo con un alza de 12% respecto 2019; en 2021 el crecimiento fue de 27% y en 2022 de un 44 por ciento.

Entre enero y octubre de este año, el financiamiento captado mediante bonos etiquetados acumula un crecimiento de 48 por ciento.

El director general de la BMV dijo que este mercado de bonos etiquetados surgió con la emisión del primer bono verde -enfocado a financiar proyectos con beneficios ambientales-; después vinieron los sociales -cuyos recursos están destinados a proyectos con un impacto positivo a la sociedad.

Luego se crearon los bonos sustentables -que se enfocan a financiar proyectos de que combinan los bonos verdes y sociales- y también los bonos vinculados a la sostenibilidad -estos incluyen una serie de objetivos o KPIs que deben cumplir las empresas- y finalmente los bonos azules -enfocados a financiar proyectos de agua, uno de los recursos escasos-.

Mencionó que las etiquetas sostenibles se ha ido ampliando a otros instrumentos. El 14 de noviembre se anunció la conversión del primer Certificado de Capital de Desarrollo (CKD) a un fondo ASG.

Este CKD de Energía e Infraestructura (AINDA) se colocó en la BMV hace cinco años. Obtuvo capital por 4,400 millones de pesos para financiar proyectos de infraestructura y energía.

Traxion va por bono etiquetado

En el mismo evento, Antonio Tejedo, vicepresidente de Relación con Inversionistas en Traxion, dedicado al transporte de carga y logística, adelantó que trabajan en un marco de financiamiento sostenible para eventualmente colocar un bono etiquetado. Resaltó que como empresa del sector transporte y logística, la sustentabilidad es clave en sus operaciones.

judith.santiago@eleconomista.mx

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