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Peso, en su mejor nivel de casi cinco años en febrero

El diferencial entre las tasas de interés de Estados Unidos y México es un elemento que ayudó a la recuperación del valor de la moneda mexicana frente al dólar.

La moneda mexicana mantuvo su fortaleza frente al dólar durante el segundo mes del año, al cerrar febrero con una apreciación de 2.73%, equivalente a 51.37 centavos, ubicándose en niveles similares de hace casi cinco años.

El tipo de cambio finalizó febrero en 18.3253 pesos por dólar, su mejor cotización desde abril del 2018, alcanzando un mínimo de 18.2821 unidades y un máximo de 19.2906 pesos por billete verde, muestran datos del Banco de México (Banxico).

En las operaciones de este martes el peso cerró con una apreciación de 0.33%, equivalente a 6.13 centavos. Su máximo nivel del día fue de 18.4180 unidades y tocó un mínimo de 18.3087.

Con ello registró avances ante su par estadounidense en los dos primeros meses de este 2023, acumulando una apreciación anual de 6.07% o 1.18 pesos.

La apreciación de la moneda mexicana frente al dólar se explica por factores externos, pero también por la política monetaria restrictiva del Banxico. En febrero, el banco central mexicano decidió aumentar el diferencial que mantenía con la tasa de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), explicaron especialistas.

James Salazar, subdirector de Análisis en CI Banco, comentó que lo que justifica el desempeño favorable del peso, en términos generales, es “el atractivo diferencial” entre las tasas de México y Estados Unidos, que en febrero se amplió el spread a 625 puntos base. Ello ha hecho que se diluyan las preocupaciones sobre el ‘ruido’ de que la Fed aumentará su tasa de interés.

Janneth Quiroz, subdirectora de Análisis en Monex, opinó en el mismo sentido al explicar que un fuerte apoyo para la divisa local fue la decisión de Banco de México de aumentar 50 puntos base la tasa de interés, desligándose de la Fed y ampliando el diferencial de tasas de 600 a 625 puntos base.

“Una vez que el Banco de México concretó un alza mayor a la que se esperaba, el tipo de cambio tomó un nuevo aire y fue cuando alcanzó un mínimo, cerca de los 18.30 pesos por dólar”, destacó la analista.

Factores externos

La apreciación del peso también estuvo respaldada por los indicadores económicos de Estados Unidos, que muestran un buen dinamismo y dan señales de que la recesión todavía no está cerca.

También influyó en el desempeño del peso la expectativa de que continúen ingresando a México el flujo de dólares vía exportaciones, remesas, inversión y  turismo.

Los especialistas consultados prevén que la fortaleza de la divisa mexicana continúe porque los factores que están propiciando esta resistencia se han mantenido y no hay indicios de que haya una desaceleración en EU y, por lo tanto, que afecte la entrada de flujo de dólares al país.

“Hay factores que nos hacen estimar que posiblemente durante el primer trimestre de este año y buena parte del segundo tendremos un comportamiento similar”, consideró Quiroz.

James Salazar dijo que para marzo se esperan datos económicos claves en EU que marcarán el rumbo del peso, como los informes de empleo y el de la inflación, así como las reuniones de política monetaria de la Fed para el día 22 y la de Banxico para el 30 de marzo.

“Lo que podría cambiar la tendencia actual es que la Reserva Federal contemple un nivel más alto para la tasa, pero si las cosas no empeoran pudiera seguir está tendencia favorable y pegarse a las 18 unidades por dólar”, subrayó.

En febrero, el peso mexicano fue la única moneda que se apreció frente al dólar, tomando en cuenta a las 20 divisas más negociadas del Forex.

Por su parte, las divisas más depreciadas frente a la moneda estadounidense fueron el won coreano (7.94%), el rand sudafricano (7.54%), el rublo ruso (6.41%), así como el yen japonés (5.99%).

judith.santiago@eleconomista.mx

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