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Peso se aprecia 13.13% en lo que va del actual sexenio

En la presente administración, la fortaleza del peso se debe, entre otros factores, a los relacionados con la política monetaria de Banxico que mantiene un diferencial de tasa atractivo.

Mientras que en los últimos tres sexenios la constante ha sido un tipo de cambio depreciado, en la actual administración se ha mantenido un peso fuerte frente al dólar.

La divisa mexicana se ha apreciado ante la moneda estadounidense 13.13% entre el 1 de diciembre de 2018, cuando tomó posesión el presidente Andrés Manuel López Obrador, y hasta este miércoles 17 de mayo.

El tipo de cambio cerró la sesión del miércoles en 17.5788 pesos por dólar y cuando inició este sexenio se ubicaba en 20.2346 unidades por billete verde, equivalente a un avance de 2.66 pesos, de acuerdo con datos del Banco de México (Banxico).

En contraste, en los pasados tres sexenios la moneda local se ha depreciado considerando el mismo periodo de 53 semanas, desde la toma de posesión de cada mandato federal y hasta el 17 de mayo del quinto año de gobierno.

Con el ex presidente Enrique Peña Nieto el peso perdió 44.40%, al pasar de 12.9335 unidades el 1 de diciembre de 2012 a 18.6761 unidades por dólar el 17 de mayo de 2017, el peor desempeño para la moneda desde de los últimos cuatro periodos presidenciales.

La segunda mayor depreciación del tipo de cambio fue durante el sexenio de Vicente Fox Quesada. El peso perdió 16.82%, a 10.9963 unidades registradas el 17 de mayo de 2005 contra las 9.41.32 unidades del 1 de diciembre del 2000.

Durante el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, entre el 1 de diciembre de 2006 y hasta el 17 de mayo de 2011, el tipo de cambio se debilitó 7.36%, al pasar de 10.9595 pesos por dólar a 11.7660 unidades, respectivamente.

Particularidades

Especialistas del mercado cambiario explicaron que el desempeño del peso  en los últimos sexenios obedece a factores tanto internos como externos, enfatizando que es complicado comparar la trayectoria de la moneda por los diferentes momentos económicos y políticos que marcaron cada periodo presidencial.

“Cada sexenio ha tenido sus particulares; con Vicente Fox se da la alternancia, viene el periodo del dot.com y empezó una época de subidas en la tasa de interés que le pegó al peso”, recordó James Salazar, subdirector de Análisis en CIBanco.

“Con Felipe Calderón, prosiguió, se vivió la gran crisis del 2008-2009, siendo años complicados. Hacia finales del sexenio de Enrique Peña la toma de posesión de Donald Trump y las amenazas de salida del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) presionaron al peso”.

Gabriela Siller, directora de Análisis en Banco Base, destacó que la consulta pública y la decisión de cancelar el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAIM) -en octubre del 2018- generó una depreciación importante de peso frente al dólar.

El 29 de octubre la moneda cerró en 19.9750 unidades, una pérdida de 2.81% o de 54.55 centavos.

“No sería justo comparar un sexenio cuando otros presidentes no tomaron decisiones que afectaron a la divisa antes de que ellos tomaron posesión. La lectura (de la actual apreciación del tipo de cambio) que se le da debe ser relativa con todo el contexto nacional e internacional”, enfatizó la experta.

Mencionó que la fortaleza del peso también se sustenta por ser una de las monedas más líquidas de América Latina.  

Por su parte, Janneth Quiroz, subdirectora de Análisis en Monex Casa de Bolsa, dijo que cuando inició este sexenio había cierto temor por parte de los inversionistas de que se diera un giro en la política económica, ante medidas como la cancelación del NAIM.

¿Por qué está fuerte el peso?

En contraste, el sexenio actual la fortaleza del peso se debe a factores relacionados con la política monetaria del Banco de México, que ha logrado mantener un diferencial atractivo (600 puntos base) entre la tasa de interés de referencia con la de Estados Unidos. Además, de la entrada de dólares al país vía exportaciones, inversión extranjera directa, remesas, turismo y por el nearshoring.

“Durante este sexenio hemos tenido eventos que han apoyado al peso como los fundamentales de la actividad económica que se han mantenido sólidos, la deuda con relación al Producto Interno Bruto ha disminuido, el crecimiento acelerado de las exportaciones a raíz de la recuperación acelerada de la actividad económica de Estados Unidos”, comentó Janneth Quiroz.

Agregó que el efecto de la pandemia con el nearshoring ha fortalecido al tipo de cambio, pues la relocalización de la producción de China está migrando a lugares más cercanos a Estados Unidos, como lo es México. 

“En términos fundamentales, la economía mexicana está ‘relativamente bien’ al compararse con otras emergentes como Brasil, Chile, Colombia, Turquía, Sudáfrica”, dijo James Salazar.

“Pero estas bases sólidas son un legado de las pasadas administraciones, entonces se están cosechando un poco los frutos que dejaron las anteriores administraciones”, destacó el analista de CIBanco

Aunque el peso se ha depreciado en los últimos sexenios, durante el actual también ha tenido momentos difíciles.

Uno de ellos fue la pandemia de Covid-19, fue cuando el tipo de cambio registró un máximo de 25.1350 pesos por dólar el 23 de marzo de 2020.

“Debemos ver el contexto de cada sexenio porque el desempeño del peso no es tan comparable porque están habiendo cambios todo el tiempo y sobre todo, si continúa materializándose esta relocalización, beneficiando a México, eso va a implicar un cambio estructural en la economía que fue algo que no ocurrió en otras administraciones y dependió de una pandemia”, finalizó la experta en Monex Casa de Bolsa.

judith.santiago@eleconomista.mx

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