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Se hunde Bolsa de Atenas a nuevos mínimos en crisis
Grecia resurge como foco de alerta en los mercados. La inestabilidad política se disparó, y la prima de riesgo roza de nuevo los 1,000 puntos básicos.
China y el petróleo acapararon las mayores alertas en el desplome bursátil con el que comenzó 2016. Pero las bolsas europeas, y en especial las periféricas, acusan las presiones bajistas procedentes, de nuevo, de Grecia.
La Bolsa de Atenas se desplomó en la jornada de hoy más de un 7.87% y alcanzó nuevos mínimos de los 464 puntos. Este nivel pulveriza los anteriores mínimos registrados por la renta variable griega durante la crisis, y que se remontaban a mediados del año 2012.
Este varapalo que sufrió la Bolsa de Atenas lo encabezaron, de nuevo, por los bancos, como sucediera en los peores momentos de la crisis. Las acciones de National Bank of Greece, Eurobank y Piraeus Bank superaron el 20% de desplome. En el caso de Alpha Bank estas caídas se 'moderaron' al entorno del 15 por ciento.
La prima de riesgo roza los 1,000 puntos
La desbandada inversionista de los bancos se produjo en paralelo a la que registró la deuda pública griega. La oleada de ventas en su renta fija disparó el interés exigido al bono griego a diez años por encima del umbral del 10%. Acabó en el 10.1%.
El resultado fue una escalada en la prima de riesgo hasta el entorno de nuevo de la barrera psicológica de los 1,000 puntos básicos. Se situó en 986 puntos.
Los temores de impago afianzan la curva invertida de su deuda. Las rentabilidades exigidas son más elevadas a medida que se acorta el plazo de vencimiento. El interés del bono griego a dos años supera el 13%, se sitúa en el 12.5% en la deuda a cinco años, y supera el 10% en el bono a diez años.
Inestabilidad política
Las firmas de inversión destacan que detrás de esta desbandada aflora el temor a una nueva marejada política. La reforma de pensiones planteada por el Gobierno provocó la semana pasada una huelga general que tuvo un amplio seguimiento.
Las protestas sociales contra los recortes han generado nuevas fracturas en el Ejecutivo liderado por Alexis Tsipras, y los inversionistas extreman la cautela ante el temor a un posible cambio de gobierno mediante la convocatoria de unas nuevas elecciones.
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