Si no ayudas, no estorbes

El Cuarto Informe de Gobierno de Felipe Calderón dice que se han generado más de 400,000 empleos durante el 2010. Esta cifra es dramáticamente inferior con la que prometía cuando quería ser Presidente. Votar por Calderón significaba que se iba a convertir en el presidente del empleo , pues iba a generar 1 millón de empleos en cada año de su gestión. Nada más alejado de esta realidad.

El análisis económico presentado la semana pasada por el Centro de Investigación Económica Tecnológico de Monterrey en el Estado de México, hace un pronóstico del empleo y en este año se generarían menos de 700,000 empleos, cifra menor a la que se prometió hace más de cuatro años.

Este mismo reporte habla de un incremento considerable de la economía informal y de sus efectos sobre las finanzas públicas.

Si las consecuencias sociales de la poca generación del empleo las podemos percibir en los temas de seguridad pública y de bienestar de la población, la tarea del gobierno está muy lejos de ser cumplida. Aun así, las condiciones para fomentar la alternativa a los problemas de desempleo como son un programa de autoempleo, la generación de empresas familiares, la incubación y aceleración de las mismas, etcétera, no existen todavía.

Como dice el popular y conocido refrán: si no ayudas, no estorbes . En ese sentido, si el gobierno no ha sido capaz de generar la cantidad de empleos que el país necesita, al menos no debería obstaculizar a aquellos que quieren poner su empresa. Los trámites para el registro de los nuevos negocios siguen siendo tardados y dependen mucho de las capacidades administrativas que se tengan en cada entidad federativa.

La tasa de crecimiento de la población en México es más alta que la capacidad de generación de empleos que se tiene. Eso hace que la cantidad de personas con ingresos laborales bajos o sin ingresos, sea cada vez mayor. La cantidad de personas en este país que caen en los niveles de pobreza, está aumentando. El desempleo, en México, agrava el problema de pobreza.

Aun así, seguimos sin una política laboral eficiente y las reformas en ese sentido, son insuficientes. Desde la perspectiva privada el asunto de la capacidad de generación de empleos no es sólo un asunto que el gobierno tenga que promover. La iniciativa privada, con su oferta laboral, también debe hacer su parte. El refrán enunciado arriba también aplica a las empresas privadas, pero debemos tener mayor obligación para ayudar. La pobreza y el desempleo son asuntos de urgencia nacional y es el momento de atenderlo de una forma seria y efectiva.

*El Dr. Eduardo Carbajal es director de la Escuela de Negocios y Humanidades del Tecnológico de Monterrey, Campus Toluca.

edcarbaj@itesm.mx