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Tándem con la Fed

El pasado 18 de marzo se reunió la Junta de Gobierno de Banco de México para revisar las condiciones de la política monetaria del país; en esta reunión se decidió mantener la tasa de interés interbancaria en 3.75 por ciento.

El pasado 18 de marzo se reunió la Junta de Gobierno de Banco de México para revisar las condiciones de la política monetaria del país; en esta reunión se decidió mantener la tasa de interés interbancaria en 3.75 por ciento. Dicha decisión era ampliamente esperada por los analistas del mercado; no obstante, lo que resulta interesante es la evaluación que la autoridad monetaria hace del estado de la economía internacional y su impacto sobre nuestro país

En el entorno internacional, destacan dos cosas principalmente: una recuperación modesta de la actividad económica en Estados Unidos y la persistencia de niveles de inflación muy bajos en Europa, contexto que se ha reflejado en una política monetaria diferente entre los países avanzados.

En el caso particular de Estados Unidos, se enfatiza en el comunicado de política monetaria que la economía ha registrado síntomas de una actividad más vigorosa después del desvanecimiento de algunos elementos que afectaron el consumo a finales del 2015, aunque persiste la debilidad del sector industrial, con una trayectoria que podría cambiar de la mano de una ligera recuperación del sector manufacturero.

La autoridad monetaria advierte que la Reserva Federal mantuvo sin cambio su tasa de referencia durante su reunión del mes de marzo, destacando que la trayectoria de los cambios será más gradual de lo anticipado, además de que los ajustes futuros dependerán de la evolución observada y esperada del empleo y la inflación.

Por otro lado, en un contexto en el que se cuestiona la fortaleza de la recuperación económica de la zona euro, el Banco Central Europeo anunció en marzo pasado medidas de relajamiento monetario para inyectar un mayor dinamismo a la demanda agregada y tratar de impulsar los niveles inflacionarios.

Así, el mundo enfrenta una coyuntura caracterizada por políticas monetarias diferenciadas entre los distintos países avanzados, en función del grado de avance de su PIB y de los precios.

De acuerdo con el Banco de México, China sigue siendo una incógnita, de manera tal que las dudas sobre la actividad económica y la eficacia de las políticas monetarias continúan representando un riesgo importante para el crecimiento global y la estabilidad del sistema financiero internacional.

Un tema que resulta alentador del comunicado de política monetaria es que en los últimos meses se ha observado una reducción de los niveles de volatilidad financiera internacional, lo que se ha reflejado en la recuperación de los mercados de valores, en mayores precios de las materias primas y en la apreciación de las monedas de los países emergentes.

En relación a esto último, la autoridad monetaria destaca que las medidas adoptadas junto con la Secretaría de Hacienda el pasado 17 de febrero, rompieron la tendencia negativa del tipo de cambio del peso frente al dólar, que había sobrerreaccionado a la descomposición del entorno eterno. Se reconoce en el comunicado, sin embargo, que aún existe la posibilidad de que regrese la volatilidad financiera internacional, toda vez que persisten desequilibrios estructurales en el mercado internacional del crudo que podrían ocasionar una nueva caída de los precios.

Referente a la actividad económica en México, se muestra que se presentó en los últimos meses del 2015 una desaceleración en relación al dinamismo observado en el tercer trimestre. De hecho, en los primeros meses del presente año, se pueden observar algunos signos de que el consumo privado se está desacelerando.

Por otro lado, aunque el sector servicios mantiene su dinamismo, las exportaciones manufactureras siguen estancadas por la debilidad del sector industrial en Estados Unidos, razón por la cual prevalecen las condiciones de holgura en la economía mexicana y en el mercado laboral.

De esta forma, la brecha del producto se ubica en terreno negativo, por lo que no se registran presiones inflacionarias derivadas del desplazamiento de la demanda agregada. De hecho, la inflación en los primeros meses del año se mantiene por debajo del objetivo de 3% y las expectativas de mediano y largo plazos se ubican en 3.3%, de acuerdo con encuestas diversas.

El Banco de México indica que, aunque para este 2016 se espera que los precios registren una variación cercana a 3%, se enfrentará como uno de los principales riesgos que el entorno internacional se deteriore y que esto provoque una depreciación desordenada de nuestra moneda, lo que podría contaminar las expectativas de inflación y provocar aumentos en los precios de los bienes no comerciables.

Me parece que del comunicado se desprenden tres temas primordiales. El primero es que la inflación no le preocupa mayormente al instituto central, por lo que tampoco será el trigger de una política monetaria más restrictiva, es decir, sin dejar de reconocer que se podrían presentar momentos a lo largo del año en los que se registren ciertas presiones, en realidad nadie cree que la inflación pueda estar permanentemente por encima de 4%, lo que llevaría a pensar que se debería iniciar un ciclo de alza en las tasas de interés domésticas.

De hecho, el apretón monetario del 17 de febrero no fue resultado de la presencia de presiones sobre los precios, sino de la drástica subvaluación del peso que amenazaba con convertirse en una espiral que pudo llevar la cotización hacia niveles más irracionales. Este desacoplamiento con respecto a la política monetaria de la Fed obedeció a condiciones extraordinarias que podrían haber amenazado la estabilidad de los precios.

Finalmente, tomando en cuenta las dos consideraciones anteriores, me parece que, en condiciones normales, el Banco de México ajustará la política monetaria en tándem con la Reserva Federal, por lo que será, de acuerdo con los últimos señalamientos de Yellen, hasta la segunda parte del año cuando veamos un incremento en las tasas de interés de referencia en ambos países.

*Manuel Guzmán M. es director de Asset Management en Monex Grupo Financiero.

mguzmanm@monex.com.mx

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