Lectura 5:00 min
Transformando mecanismos de financiamiento
Tendencia: los inversionistas institucionales ponen el dinero en papeles que promueven la sustentabilidad.
Estamos a menos de 1,100 días para que finalice el plazo y México cumpla con la Meta 20 de Aichi que establece la movilización de recursos financieros para aplicar de manera efectiva el Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020.
Un paso importante es la conformación del Consejo Consultivo de Finanzas Climáticas (CCFC) el pasado 30 de octubre, que tiene como objetivo impulsar las finanzas climáticas en México e incidir en prácticas de mercado, regulaciones y mandatos de inversión, así como promover el financiamiento de proyectos verdes y la creación de incentivos que permitan el crecimiento, promoción y desarrollo del mercado.
José Oriol Bosch-Par, director general del Grupo Bolsa Mexicana de Valores, considera que con el CCFC el sector financiero está listo para establecer las reglas, la infraestructura y la tecnología y darle un mayor impulso a las finanzas climáticas en el país, además de fortalecer la oferta y la demanda por los papeles verdes, una solicitud de los inversionistas.
Queremos que las emisoras listadas en la BMV no sólo sean empresas rentables y muy exitosas, sino que sean empresas que cumplan y que tengan responsabilidades ambientales, sociales y de gobierno corporativo , dijo Bosch-Par.
Enfatizó que la Bolsa se integró a la iniciativa a favor de las Bolsas de Valores Sostenibles de las Naciones Unidas (United Nations Sustainable Stock Exchanges) en el financiamiento de la transición hacia una economía verde, donde se comprometen a promover una mayor transparencia corporativa que origine las inversiones sustentables, como ya lo hacen la Bolsa de Londres, de Luxemburgo, de Oslo, Euronext París, Amsterdam y Lisboa, así como la Bolsa de Italia, de Johannesburgo y Nasdaq Riga.
El director de la BMV dijo que los recursos que se obtengan de los financiamientos bursátiles de éste tipo sean aplicados en algún tipo de proyecto verde, de energía renovable o en una reconstrucción sustentable.
Por su parte, Alba Aguilar, directora de Nuevos Mercados de la plataforma México CO2, dijo que es fundamental el financiamiento de proyectos verdes, pero es urgente que tengamos estándares y reglas claras que ayuden al desarrollo del mercado de manera eficiente y ordenada .
Paso necesario
En el primer semestre del 2017, los integrantes del CCFC presentarán la Guía de Sustentabilidad, con el fin de que las empresas listadas presenten de forma voluntaria información estandarizada.
Alba Aguilar señala que la guía puede ser de uso amplio, de cualquier participante de mercado y que incluya desde las definiciones, los principios, los criterios generales, los mecanismos de certificación, la documentación para el listado de mantenimiento y todos los alcances que el bono verde puede tener o una nueva clase de activo.
El trabajo de estandarización es muy importante y es un trabajo que se ha hecho en otros países en donde se toman en cuenta los criterios internacionales, pero se traen a México de acuerdo a las particularidades de los mercados. Lo fundamental es que los inversionistas potenciales puedan evaluar el efecto de sus inversiones con información comparable.
Primeros esfuerzos
La iniciativa para el listado de bonos verdes lanzada en marzo pasado permite etiquetar deuda y dirigir financiamiento hacia aquellos proyectos que reducen emisiones de gases de efecto invernadero o facilitan la adaptación al cambio climático.
En este año Nafin ya emitió dos bonos verdes, el primero fue en los mercados de América Latina y el segundo en la BMV para financiar diversos proyectos energía renovable, proyectos de construcción y operación de parques eólicos y dos plantas minihidroeléctricas.
Y la semana pasada, la Ciudad de México emitió su primer Bono Verde en la BMV por un monto de 1,000 millones de pesos.
Nuno Matos, director de HSBC México y único intermediario colocador del Bono Verde de CDMX, dijo que los recursos serán destinados a financiar proyectos específicos, los cuales tienen como finalidad mitigar o facilitar la adaptación al cambio climático; garantizar el servicio de agua potable a través de mantenimiento; rehabilitación y modernización de plantas y redes hidráulicas, además de realizar mejoras en el transporte público menos contaminante, como son el Metro y el Metrobús. Y esto es una muestra de la tendencia y de lo que están buscando los financieros.
Demanda de los inversionistas
Tonatiuh Rodríguez, director general de Afore XXI Banorte y presidente del CCFC, dijo que la degradación ambiental amenaza la creación de valor financiero a largo plazo. Lo que buscamos es incorporar elementos de análisis, de transparencia que nos permita evaluar la relación riesgo-rendimiento en temas ambientales. En el mediano plazo, la aspiración de los inversionistas institucionales es que logremos un enverdecimiento de los portafolios.
Como institucionales es importante que nuestras inversiones que van a 10, 15, 20 años, sean sustentables y promuevan el uso eficiente de los recursos naturales en la búsqueda de rendimientos de largo plazo de los portafolios .
Lo anterior marca la tendencia del mercado. Un estudio reciente de HSBC Global revela que dos tercios de los inversionistas institucionales quieren poner más capital en bajas emisiones de carbono e inversiones relacionadas con el clima. Es urgente cambiar el enfoque del financiamiento.
patricia.ortega@eleconomista.mx