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12 Reflexiones para terminar el año (Parte 1 de 2)
El fin de año siempre me ha parecido un buen momento para reflexionar sobre muchas cosas, principalmente experiencias y aprendizajes. Eso siempre nos ayuda a prepararnos para enfrentar de mejor manera el ciclo que inicia.
En cuestiones financieras hay muchas cosas que ya sabemos, que hemos leído, que entendemos pero que no aplicamos en nuestra vida. Hay muchos errores que aparecen nuevamente, porque tienen mucho que ver con nuestras emociones y con hábitos que a veces son difíciles de cambiar.
Por eso he querido hacer esta lista con 12 reflexiones para terminar el año:
1. El primer paso para poder cambiar nuestra realidad es hacernos responsables de nuestros propios actos y no intentar culpar a los demás de nuestros errores.
Por ejemplo: el banco no tiene la culpa de que yo me haya endeudado. Es cierto: ellos me bombardearon todo el año con ofertas de créditos, pero yo fui quien decidí tomarlos sin pensar en las consecuencias. Pude haber tomado una decisión distinta.
Nosotros somos quienes tomamos nuestras decisiones financieras y somos responsables de ellas. No los “asesores”, no los “expertos” ni tampoco las instituciones que nos venden los productos que a ellos les convienen (no a nosotros).
Entender esto es fundamental para poder cambiar nuestra realidad.
2. Los problemas financieros casi siempre tienen que ver con conceptos equivocados o con respuestas emocionales, por ejemplos que vimos en nuestra niñez. Todo esto nos hace tener una mala relación con el dinero e incluso ciertos prejuicios o creencias que aunque uno se cuestione, es difícil erradicar. Un ejemplo es el típico “me endeudo porque no me alcanza”.
Puede ser cierto, pero el endeudamiento además de que no resuelve el problema, lo hace más grande.
3. En finanzas personales es fundamental tener claridad en lo que en realidad es importante para nosotros. Es decir: nuestras prioridades en la vida. Si no sabemos lo que queremos, difícilmente lo vamos a lograr y será más fácil distraernos en cosas “brillantes” que si bien pueden brindar cierta calidad de vida, nos pueden distraer y alejar de lo que es verdaderamente valioso para nosotros.
4. Aunque es importante planear a futuro, el secreto para tomar control de tu dinero es asignar a cada peso que ganamos un trabajo. Pero sólo cuando ya nos lo pagaron. En otras palabras, cada vez que recibes un ingreso tienes que sentarte y hacerte una sencilla pregunta: ¿Qué es lo que necesito que este dinero haga por mí, antes de que me vuelvan a pagar? Esto es hacer un plan de gastos y nos obliga a priorizar lo que es más importante.
Mucha gente intenta hacer esto con dinero que espera recibir, pero que todavía no tiene. Es tan ilógico como tratar de asignar trabajos a personas que aún no has contratado, lo cual necesariamente lleva a una pérdida de control.
5. En nuestro plan de gastos siempre tenemos que considerar los gastos irregulares: aquellos que no ocurren cada mes pero que sabemos que vendrán. Como por ejemplo el pago de la verificación, el Predial, inscripciones escolares, seguros, entre otros. Es mucho más fácil irlos “pagando” poco a poco –separar dinero de tal manera que cuando se presenten, lo tengamos listo y no nos causen ningún desequilibrio financiero (o nos obliguen a adquirir una deuda para solventarlos).
6. La vida nunca sucede exactamente como uno la planea. Por eso, nuestro plan de gastos tiene que ser flexible y lo tenemos que cambiar cada vez que obtenemos nueva información.
Por ejemplo: si pusimos 300 pesos para la luz pero el recibo llega por 500 pesos, de todos modos tenemos que pagarlo. Entonces tenemos que ajustar nuestro plan para tomar de otra categoría los 200 pesos que nos faltan y completar. Eso es clave para no perder el control de nuestro dinero.
En la segunda parte complementaremos esta lista de 12 reflexiones financieras para terminar el año.