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Algodón en Chihuahua, libre de plagas (I)
Después de realizar la cosecha del algodón, éste pasa por un proceso industrial mecánico que se denomina despepite, del cual se obtienen tres tipos de producto. Uno es la fibra de alta calidad, que es utilizada por la industria textil.
Otro, la semilla con alto contenido de aceite, que se aprovecha para elaborar alimentos para el ganado o para la industria de aceites comestibles. El tercer producto se denomina borra, que es fibra de menor calidad, misma que se utiliza en la industria de colchones y de muebles para el relleno de sus productos, así como para jergas y trapeadores.
México produce cada año 1 millón 200,000 pacas de algodón de 218 kilogramos cada una. La fibra natural se usa primordialmente para la confección de telas en la industria del vestido y cada vez tiene mayor demanda en el mercado debido a que los consumidores prefieren prendas de fibra natural en vez de sintéticas. El consumo interno anual por parte de la industria textil es de poco más de 2 millones de pacas, por lo que se tiene que recurrir a la importación de casi 1 millón de éstas.
A nivel nacional, Chihuahua es el principal productor de algodón con 1 millón de pacas en el 2014, lo que significa 70% de la producción total nacional. El resto es aportado por Baja California y Coahuila.
Por el valor de la producción agropecuaria de Chihuahua, el algodón tiene una participación relevante en la economía del estado. De las ocho redes agropecuarias más importantes, este cultivo ocupa el segundo lugar, sólo después de la actividad lechera, y se encuentra por arriba del maíz, la manzana y la carne. Su valor en el 2013 representó 4,312 millones de pesos, equivalente a 13% del total agropecuario del estado, que es de 33,415 millones de pesos.
En el aspecto del financiamiento a la producción, la participación de la banca de desarrollo a través de FIRA ha representado en los últimos cinco años, en promedio, atender 75% de la superficie sembrada con crédito para aplicar las tecnologías recomendadas y cubrir sus costos de producción, además de los financiamientos para la inversión en maquinaria, equipos y construcciones, así como los requerimientos de capital de trabajo e inversión para las plantas industriales o despepites y la comercialización de sus productos. En el 2014 se sembraron en el estado 126,900 hectáreas y la institución mencionada financió cerca de 90,000 hectáreas.
Por la importancia económica y social de esta actividad productiva para el estado, en los últimos tiempos los tres niveles de gobierno, productores, técnicos agrícolas, instituciones del sector y empresas particulares de bienes y servicios han conjuntando esfuerzos, voluntades y recursos para implementar estrategias y tecnologías, con lo que ha sido posible mejorar su productividad y rentabilidad.
*Guadalupe Cerino Guerrero es especialista en Promoción en la residencia estatal de FIRA en Chihuahua. La opinión es del autor y no necesariamente coincide con el punto de vista oficial de FIRA,