Arqueología urbana en F1: La obra de Galo

Gaston Gallardo “Galo” es egresado de La Esmeralda, la cual forma parte del Instituto Nacional de Bellas Artes. Estudió la Licenciatura de Artes Plásticas, previamente, también completó una licenciatura en Diseño de Animación en 3D.

Su producción artística se destaca por su dedicación a la concepción de objetos tridimensionales, con un enfoque particular en escultura, instalación y performance. Galo es conocido por su hábil selección de materiales reciclados, meticulosamente elegidos de los concurridos mercados y tianguis que animan la periferia de la ciudad. Posteriormente, ensambla estos objetos de manera simbólica, considerando con minuciosidad los elementos contextuales e históricos. Este proceso se asemeja a una suerte de "arqueología urbana contemporánea" que culmina en la creación de obras de arte de una belleza estética cautivadora, además de estar imbuidas de un profundo significado simbólico.

La investigación del artista, que se inspira en figuras como Abraham Cruz Villegas, Gabriel Orozco, Mauricio Alejo y Adrián Villa Rojas, se centra en la exploración de temáticas específicas y en la absorción de la inherente estética de las piezas encontradas, que a menudo guardan sus propias historias narrativas. Esta búsqueda se traduce en una meticulosa investigación de los cimientos ambientales y las prácticas fundamentales relacionadas con la construcción en el contexto cultural y político mexicano. Además, se teje un sólido vínculo entre la artesanía local y la tecnología de vanguardia en su narrativa artística.

Lo que Galo denomina como "capitalismo salvaje" se materializa en su obra a través de la representación simbólica de animales de poder que conquistan el espacio público urbano. Esta representación sirve como un llamado a reconsiderar las dinámicas entre depredadores y presas en nuestra sociedad. Su dedicación a la reconstrucción social, impulsada por su experiencia personal como damnificado del terremoto de 2017, aporta una profundidad significativa a su trabajo.

La exploración del concepto de "reparación con oro", que otorga un valor histórico a objetos dañados, resulta particularmente cautivadora. En última instancia, sus obras trascienden la mera estética para transmitir la noción de resiliencia y reconstrucción en entornos complejos. Esta manifestación se revela de manera especialmente notable en el tejido cultural, donde el humor y la capacidad de superar desafíos emergen como elementos fundamentales e intrínsecos.

Recientemente, Galo presentó una selección de sus obras en el Gran Premio de México, entre las cuales sobresalió una representación única de un vehículo de Fórmula Uno. Esta escultura ofreció una perspectiva inusual, proyectando la visión única del artista como mexicano, alejado de las convencionales asociaciones de patrocinio y plena de elementos históricos.

En esta creación, los colores de la bandera mexicana, el cromo, el cobre y el verde de la serpiente de cascabel se fusionaron para simbolizar la rica herencia cultural de México. La obra incorporó elementos emblemáticos como la Virgen de Guadalupe, los milagritos y el águila mexicana, capturando momentos significativos en la historia nacional.

El automóvil también rindió homenaje a eventos contemporáneos cruciales, como el número 43 en memoria de los estudiantes de Ayotzinapa y el número 68 en honor a los estudiantes de la masacre.

En su totalidad, esta pieza se erige como una poderosa declaración visual sobre la diversidad cultural de México y la imperante necesidad de recordar y abogar por la justicia en medio de una trama de eventos complejos y variados.