Bad Bunny desnuda a Ticketmaster

El sistema Ticketmaster es arcaico, su boleto electrónico es un archivo PDF que desde luego es duplicable a diestra y siniestra.

Historias trágicas circularon en las redes sobre decepciones y abusos que sufrieron los fans de Bad Bunny el pasado fin de semana, quienes no pudieron ingresar al Estadio Azteca.

Más allá del artista, nuevamente aparecen sospechosos deslices de Ticketmaster en la operación de las entradas.

Ya son muchos traspiés los que ha tenido Ticketmaster en innumerables eventos como para obviar que algo huele mal en la empresa que domina el mercado de los espectáculos en México.

En primer lugar, la pregunta obligada: ¿Por qué los trasnochados fans no consiguen boletos y los revendedores siempre tienen?

Hay anécdotas de fans que en grupos intentan conseguir un boleto en el inicio de la venta sin resultados positivos, desesperados ven que en minutos se venden miles de boletos. El genio de los boletos siempre favorece a las mafias boleteras.

Ante la desventura de los defraudados y por las presiones de Ricardo Sheffield Padilla, titular de la PROFECO, la empresa Ticketmaster reembolsará a las personas que, teniendo boletos auténticos no pudieron acceder al espectáculo.  Sin mencionar los gastos adicionales que le implicó su asistencia, boletos de avión y hospedaje entre otros. 

Más allá de las conjeturas sobre la mafia revendedora en la que también estaría involucrada la empresa Ticketmaster o algunos miembros de su personal con aquiescencia de los directivos, cabe la pregunta: ¿Por qué no se buscan soluciones de fondo a este añejo mal?

En México que les gusta legislar todo y para todo, porque no se les ha ocurrido una ley que regula la venta y la reventa de boletos.

El sistema Ticketmaster es arcaico, su boleto electrónico es un archivo PDF que desde luego es duplicable a diestra y siniestra.

El gobierno debe obligar a Ticketmaster, empresa que cotiza en Bolsa a modernizar su plataforma, podría retomar el sistema de venta de boletos de la FIFA en el mundial de Qatar, el cual, mediante un boleto electrónico ligado al pasaporte del comprador, activa un código QR dos horas antes del inicio del espectáculo, evitando la duplicidad de los boletos y su reventa. 

El boleto es transferible solo por su titular y totalmente rastreable. De la misma manera la plataforma de la FIFA permite la reventa del boleto a costos estandarizados. 

Estimado lector, soluciones hay muchas, al parecer ni el gobierno ni la empresa Ticketmaster quieren eliminar la reventa en México, por ahora los paganos de estas malas prácticas como siempre, somos los consumidores. Hasta la próxima.

Twitter: @ErosalesA