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Opinión

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Banco de México: ¿decisión autónoma o réplica de la Fed?

Este jueves el Banxico desaprovechó la oportunidad que se le presentó de dar una poderosa señal de contundencia al desligarse de la Fed al alza

Durante la jornada del miércoles 14 de diciembre, el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) de la Reserva Federal (Fed) tomó la decisión de manera unánime de aumentar la tasa de fondos federales en 50 puntos base (p.b) para ubicarse en un rango de 4.25-4.50%, disminuyendo el ritmo de incrementos después de cuatro aumentos consecutivos de 75 p.b.

Dentro del comunicado, el mensaje sigue siendo el mismo desde hace varios meses: indicadores de gasto y producción con un crecimiento modesto, robustas ganancias en el mercado laboral, una tasa de desempleo estable y niveles de inflación que continúan elevados.

Además, continúan haciendo mención sobre las presiones al alza en la inflación y, a la baja, en la actividad económica global que está generando los temas geopolíticos en el este de Europa.

El FOMC decidió realizar un incremento de menor magnitud a lo observado en las cuatro decisiones anteriores, debido a que los datos de inflación, que aún permanecen elevados, empiezan a dar señales de moderación.

El 13 de diciembre se dio a conocer el dato de inflación de noviembre pasado, el cual se ubicó en un nivel de 7.1% de manera anual.

Adicionalmente, se señaló que el FOMC prevé que continúen los aumentos en el rango objetivo de la tasa de fondos federales, con el objetivo de lograr una postura de política monetaria lo suficientemente restrictiva como para que la inflación, con el tiempo, regrese al nivel objetivo del 2 por ciento.

Por otro lado, se actualizaron las proyecciones económicas cuya última actualización, previo a los nuevos estimados, se realizó en septiembre pasado.

En las nuevas proyecciones destacó un incremento en el cambio esperado en el PIB real para 2022 el cual pasó de 0.2 a 0.5%; no obstante, se redujeron las estimaciones para 2023 y 2024, debido al impacto que podría generar en la actividad económica una política monetaria aún más restrictiva y prolongada.

Adicionalmente, de acuerdo con las proyecciones actuales, el FOMC espera que la inflación general y subyacente presenten un ritmo de desaceleración más modesto, debido a que se observó un incremento en las proyecciones esperadas de 2022, 2023, 2024 y 2025 de ambos indicadores.

En cuanto a la trayectoria esperada de la tasa de fondos federales, la mayoría de los miembros vislumbra que dicho indicador cierre el 2023 en un rango de 5 a 5.25%, lo que representaría una variación de 75 p.b. distribuida en las próximas ocho decisiones de política monetaria a realizar en 2023.

En otras palabras, la mayoría de los miembros de la FOMC esperan que, durante 2023, cesen los incrementos en la tasa de fondos federales.

No obstante, existe demasiada volatilidad en el rango esperado para 2024 y 2025, lo que confirma que aún continua vigente la incertidumbre dentro del órgano central.

En esa misma línea, el Banco de México llevó a cabo su decisión de política monetaria un día después, en la cual no hubo sorpresa alguna, en un acto de complacencia con el mercado, aumentó en 50 pb su tasa de referencia para cerrar el año en un nivel de 10.50 por ciento.

Si bien el órgano central mexicano se ha pronunciado en varias ocasiones afirmando que sus decisiones son autónomas y que no son respuestas automáticas al Fed, destaca que, en varias ocasiones durante el año, no se ha hecho más que replicar el comportamiento de la institución central estadounidense.

Con tal acción, el Banxico a desaprovechado la oportunidad que se le presentó de dar una poderosa señal de contundencia al desligarse de la Fed al alza. En adelante, el Banco de México seguirá con incrementos a su tasa de referencia, si bien de manera más moderada en un desesperado intento por controlar a la obstinada inflación subyacente y sus expectativas.

Asimismo, es importante señalar las últimas líneas del comunicado: “La Junta de Gobierno considera que todavía será necesario incrementar la tasa de referencia en la próxima reunión. Hacia delante, valorará la necesidad de ajustes adicionales en la tasa de referencia y la magnitud de los mismos de acuerdo con las circunstancias prevalecientes”.

Dicha oración presume que, en adelante, los incrementos en la tasa continuarán, es decir, la lucha por el anclaje de expectativas continúa y una tasa alrededor del 11% es altamente probable durante todo el próximo año para la economía mexicana.

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