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Bancos: eficiente red de protección
Las autoridades regulatorias revocaron ayer la autorización para operar a Banco Accendo e inician hoy el proceso de liquidación.
Después de Banco Famsa, ésta es la segunda institución a la que se le revoca su autorización, en menos de un año. También será la segunda en ser liquidada.El denominador común en ambos casos, son irregularidades operativas e incumplimientos regulatorios.
Accendo venía realizando malas prácticas contables. Ninguno de los dos representó ni representa un riesgo sistémico. Es decir, no constituyen un problema generalizado entre los bancos.
Son casos particulares. Se trata de la desviación, de los accionistas y operadores bancarios, de la regulación y normatividad bancaria. Para decirlo claramente en ambas instituciones se venían cometiendo abusos que llegaron a poner en riesgo los ahorros de los cuentahabientes.
Y en los dos casos, destaca la eficiente acción coordinada de las autoridades sectoriales: Hacienda, Banco de México, Comisión Nacional Bancaria y de Valores y el Instituto de Protección al Ahorro Bancario (IPAB).
Las instituciones regulatorias son una efectiva red de protección contra las malas prácticas bancarias.
El sector financiero oficial está dejando claro que los malos banqueros no tienen oportunidad de salirse con la suya.
Vale la pena subrayarlo porque se ha especulado que la acción regulatoria habría sido tardía o incluso que se registró permisividad extrema de las autoridades. Lo cierto es que ni lo uno ni lo otro. En ambos casos las autoridades actuaron en estricto apego al marco legal y el pleno respeto a los accionistas y operadores bancarios.
El proceso de vigilancia, respeto a los derechos de los involucrados y protección de los ahorristas, se cumplió.
El subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio fue muy claro cuando dijo que Banco Accendo incurrió en una caída acelerada de su capital que ponía en peligro los ahorros de los cuentahabientes.
Esa institución incurrió en malas prácticas, contrapuestas a las regulación del sistema bancario y financiero.
Los incumplimientos e irregularidades en que incurrió el banco que ahora está por ser liquidado son:
1.-Niveles de coeficiente de cobertura de liquidez inferior al mínimo exigido por la regulación.
2.- Registró en su capital 642.5 millones de pesos como aportaciones para futuros aumentos de capital, sin reunir los requisitos normativos para ser consideradas como tales. En consecuencia debieron ser reconocidas como un pasivo.
3.- Operaciones a cargo de personas relacionadas relevantes por 371 millones de pesos, celebradas por la institución.
4.- Descuentos de capital no reconocidos, como pagos anticipados mayores a 1 año por 88 millones de pesos y activos intangibles por 70.33 millones de pesos.
Las autoridades trabajaron en plena y rápida coordinación.
La Secretaría de Hacienda y Comisión Nacional Bancaria y de Valores encabezada por Juan Pablo Graf, marcaron los incumplimientos y pidieron a los responsables del banco que los corrigieran. Les dieron tiempo para hacerlo.
Entre las medidas correctivas, le pidieron realizar ajustes en sus registros contables en un plazo de 3 días hábiles por un monto de 1 mil 13.5 millones de pesos.
Pero las autoridades del banco decidieron no hacerlo. En paralelo Banxico encabezado por Alejandro Díaz de León analizó y evaluó el nivel de capitalización de la institución y encontró que era menor al exigido por la normatividad.
Esa evidencia fue la causal de revocación.
Y el IPAB, presidido por Gabriel Limón, preparó el terreno para la liquidación. El IPAB protegerá al 96% de los ahorristas, es decir a 1 mil 519 depositantes con el pago total de sus ahorros y al 4% es decir a 69 ahorristas con el pago del límite de cobertura que señala la regulación, es decir alrededor de 2.7 millones de pesos.
Sin duda se trata de una historia de éxito de la regulación bancaria.