Buscar
Opinión

Lectura 5:00 min

Banxico, ¿Qué tan ortodoxo?

Este jueves el Banco de México anunciará su decisión de política monetaria. Los inversionistas en su totalidad anticipan que no habrá cambios en la tasa de interés de referencia (actualmente en 11.25%) y que seguramente la Junta de Gobierno optará su preferencia por permanecer sobre dicho nivel por un tiempo prolongado a la espera de un mejor escenario.

Será interesante tal pronunciamiento, porque la especulación sobre la fecha en que el Banco de México puede iniciar un ciclo de baja de tasas se está intensificando. En la encuesta que recaba Citibanamex entre analistas y mesas de dinero, de 33 respuestas 23 estiman que cerraremos el año en una tasa de referencia inferior; 10 respuestas señalan un nivel 50 puntos base más bajo y hay participantes que anticipan que el descenso puede ser hasta de un punto porcentual.

Hay argumentos sólidos para pensar en tal descenso. La tasa de inflación de julio, reportada el día de ayer, registró un aumento mensual de 0.48%, cifra ligeramente menor a la esperada por Invex (0.49%) y similar a la prevista por el mercado (0.48%). Con este resultado, la tasa anual descendió de 5.06% a 4.79 por ciento.

Por su parte, el índice subyacente (que excluye precios volátiles como la energía, alimentos y tarifas del gobierno) moderó nuevamente su ritmo de expansión al registrar variaciones mensuales y anuales de 0.39 y 6.64%, respectivamente.

De acuerdo con los cálculos del área de análisis económico de Invex, la inflación subyacente podría continuar a la baja para colocarse alrededor de 5.30% anual (consenso 5.15%) al cierre de este año. La misma encuesta citada previamente establece estimados en consenso para la inflación general y la subyacente de alrededor del 4 por ciento.

Si bien el estimado aún se ubicaría en la parte máxima del rango de tolerancia establecido por el mismo Banco de México, se trata de un descenso notorio con respecto a las inflaciones vistas a lo largo de los dos últimos años.

Para muchos participantes en el mercado tales estimaciones de la inflación futura no concuerdan con el nivel tan elevado de la tasa de referencia. Implican una tasa de interés real (Aquélla que resta la inflación a la tasa nominal) históricamente muy elevada, de más de 7%, la cual no debiera ser sostenible. En este punto quizás reside la principal ancla para anticipar un ciclo de baja de tasa que pudiera ser amplio en el futuro previsible.

Se menciona entre los participantes en el mercado que la Junta de Gobierno de Banxico ha sido muy ortodoxa en sus decisiones recientes; eso significa que ha habido un apego estricto en la postura de política monetaria a la doctrina tradicional, así como al mandato único de controlar la inflación a través de elevar la tasa de interés. Desde la conformación de la actual Junta, las decisiones han sido unánimes.

El subgobernador Jonathan Heath, en una participación pública la semana pasada, reforzó de alguna manera la postura ortodoxa al señalar que la permanencia de la actual tasa puede perdurar si la inflación no desciende como ellos esperan; asimismo resaltó la presencia de presiones sobre los precios provocados por un aparente exceso de demanda y un mercado laboral que en México se ha “apretado”.

A raíz de los acontecimientos que provocaron un apretón de tasas de interés de largo plazo en el exterior (la baja de calificación a la deuda de Estados Unidos, el aumento de oferta de papel por el mismo gobierno norteamericano, el aparente giro de política monetaria en Japón, la postura rígida de la Reserva Federal, y yo añadiría las recientes bajas de tasas de interés instrumentadas por los bancos centrales de Brasil y Chile), el comunicado del día de hoy se vuelve muy interesante.

Intentaremos ver cómo analiza la Junta de Gobierno el entorno externo, así como la baja de la tasa de inflación doméstica, para deducir si efectivamente se puede adelantar una baja de tasas para antes de fin de año o si bien permanece una postura más ortodoxa de mucha cautela. Me parece que veremos más de lo segundo.

Independientemente de tal interpretación, vale la pena recordar que los movimientos anticipados no implican un descenso abrupto de las tasas. Tanto la tasa implícita en los futuros de la TIIE como en las tasas de plazos mayores se ubican cerca del 9%, eso seguiría siendo una tasa elevada, ligada a un entorno global y local en donde la inflación tardará en llegar al objetivo y se sostendrá la presencia de tasas de interés altas.

*Rodolfo Campuzano Meza es director general de Invex Operadora de Sociedades de Inversión.

Twitter: @invexbanco

perspectivas@invex.com

Únete infórmate descubre

Suscríbete a nuestros
Newsletters

Ve a nuestros Newslettersregístrate aquí

Últimas noticias

Noticias Recomendadas