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Opinión

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De la medicina holística al privilegio de clase

Ante la polémica suscitada a raíz de que en un podcast conducido por una popular actriz afirmó que las enfermedades se curan con las emociones, analizamos cómo las concepciones diferentes de la medicina siempre han estado marcadas por un pensamiento mágico que, en muchas ocasiones, tiene división social según la clase.

En el fragmento que se volvió polémico en redes, la actriz afirma que las enfermedades pueden curarse a través de las emociones, para apoyar diferentes dichos de un médico que tuvo como invitado. Los usuarios de redes acusaron la falta de regulación para difundir estas ideas irresponsablemente en un medio, y de ser una afirmación clasista, pues el tener acceso a otro tipo de terapias alternativas generalmente se asocia a la clase media alta y alta; ignorando por completo las dificultades que tienen las personas de clase baja para acceder a servicios básicos de salud.

Históricamente la medicina ha sido concebida bajo diferentes paradigmas a través de los tiempos. No hace mucho tiempo el paradigma reinante era la teoría de los humores, en la que se creía que los fluidos corporales y sus desajustes determinaban no sólo la aparición de enfermedades, sino las características de la personalidad. El método científico y la medicina con base en evidencia han coexistido a su vez, con el pensamiento mágico. El pensamiento mágico es una condición antropológica que siempre está presente en los seres humanos, por más racionales, informados o científicos que estos sean. Sus manifestaciones y la forma en la que se modula, evidentemente están determinados no sólo por el nivel educativo, sino por la cultura, la idiosincrasia y la sociedad.

En Occidente, generalmente se concibe al cuerpo como un binomio mente y cuerpo, que interactúa pero que de alguna manera se mantiene separado. En otras tradiciones, esta separación no existe prácticamente en la forma de concebir al cuerpo como un ente sin separación con la mente. Sin embargo, el hecho de atribuir al manejo de las emociones poderes de sanación de manera directa sobre un padecimiento, resulta peligroso. Generalmente, en temas que poseen complejidad en la comprensión, es necesario tener mucho cuidado con los matices y sobre todo, con las informaciones tajantes o simplificadas, en este caso, de lo que resulta de la relación entre la enfermedad y los procesos de somatización del cuerpo.

El pensamiento mágico que se manifiesta en la manera en la que se expresan estas ideas, está presente en todas las clases sociales. La diferencia es qué elementos son los que tienen validez para una clase, y qué elementos son los que se rechazan, según el estatus social o el prestigio que confiera realizar tal o cual terapia de sanación. Independientemente de las creencias de cada grupo, es necesario que la difusión de mensajes médicos se haga de manera responsable y sobre todo con ética, porque cualquier afirmación simplificada y generalizada a todo tipo de casos, puede correr el riesgo no sólo de ser malinterpretada, sino de desinformar a personas que se encuentren en situaciones delicadas. El pensamiento mágico siempre estará presente en mayor o menor medida en nuestra condición de humanos, sin embargo, es necesario no sólo validar el conocimiento médico, sino también la manera en la que este se difunde para que los mensajes sean lo más claro posible, tomando en cuenta que la medicina en la clínica, se realiza de forma individual pero basada en evidencia científica en estudios a grupos de personas.

 

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Columnista de alimentación y sociedad. Gastronauta, observadora y aficionada a la comida. Es investigadora en sociología de la alimentación, nutricionista. Es presidenta y fundadora de Funalid: Fundación para la Alimentación y el Desarrollo.

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