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El dilema de las ecoetiquetas (I)
Los medios de comunicación y la opinión pública están más atentos a la producción y consumo responsable de los productos alimenticios y, en este sentido, las empresas agroalimentarias están empleando cada vez más las ecoetiquetas con el propósito de enviar el mensaje a sus grupos de interés de que sus productos son elaborados de forma sostenible
La tendencia en el uso de las ecoetiquetas es cada vez mayor, un ejemplo claro de ello es que en las próximas Olimpiadas de Río de Janeiro, en el 2016, los organizadores consideran dentro de su plan de manejo sustentable el uso de productos con sellos de aprobación o certificaciones en materia de sostenibilidad, como es el caso del pescado a consumir durante los Juegos, el cual deberá contar con una certificación que avale que su captura está apegada a prácticas sustentables.
Para comprender mejor este tema es necesario responder a las siguientes preguntas: ¿qué son las ecoetiquetas?, ¿qué beneficios obtengo?, ¿existen desventajas?, ¿qué eco-etiqueta elegir?, ¿certificarse o no, y mediante qué esquema? Preguntas que llevan a un dilema para encontrar la mejor respuesta.
En el caso de las ecoetiquetas empleadas en el sector pesquero, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) establece que un sistema de divulgación de pesca sostenible, como lo es una ecoetiqueta, provee a los consumidores de información con respecto a las prácticas sustentables de pesca y su objetivo es promover la sustentabilidad. En el caso de la Organización Internacional de Normalización (ISO, por su sigla en inglés), esta organización provee una clasificación para este tipo de esquemas, en donde las ecoetiquetas cuentan con la clasificación tipo uno, en el cual se otorga un logo con base en el cumplimiento de ciertos criterios ambientales preestablecidos.
Dentro de las ventajas que ofrece a las empresas pesqueras el uso de las ecoetiquetas se encuentran que permiten el acceso a nuevos mercados que busquen productos sostenibles, o que incluso exigen esta práctica, como es el caso de los próximos Juegos Olímpicos.
Las ecoetiquetas ofrecen al consumidor un producto con valor agregado que le garantiza que la producción es sostenible, y que por lo tanto conlleva un precio diferenciado con respecto a otros productos similares que no están certificados. El aumento del precio del producto de igual forma se encuentra ligado a los incrementos en los costos de producción, así como al de la cadena de valor que garantiza la producción sostenible y al premio o aliciente del mercado por producir de esta manera.
En la segunda parte de este artículo presentaré las ventajas restantes, desventajas en el uso de las ecoetiquetas y los criterios para elegir un esquema de certificación.
*Erick Rodríguez Maldonado es especialista de la Subdirección de Pesca, Forestal y Medio Ambiente de FIRA. La opinión aquí expresada es del autor y no necesariamente coincide con el punto de vista oficial de FIRA.