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El dinero para la vacuna de AstraZeneca lo puso Carlos Slim
Una enorme esperanza generó la gran noticia del acuerdo anunciado para que la potencial vacuna de Astra Zéneca llegue ágilmente a México y el resto de América Latina. Argentina es coprotagonista y de hecho fue su presidente Alberto Fernández, quien tuvo mano porque la farmacéutica británica tiene un pie importante con cuantiosas inversiones en ese país sudameircano.
Se dijo que serán en principio 150 millones de dosis pero podrían subir hasta 450 millones en función de los países que se vayan sumando al poner dinero sobre la mesa para elevar la cifra.
El anuncio se hizo en la habitual conferencia mañanera, pero hay que decir que fue antetodo un acuerdo de compromisos entre privados: la farmacéutica británica Astra Zéneca asume el compromiso de aportar la tecnología y el conocimiento para la producción, en tanto que la Fundación Carlos Slim se comprometió a aportar los recursos necesarios iniciales que bien a bien no sabemos de cuánto serán.
El presidente Andrés Manuel López Obrador puso su escenario para el anuncio y expresó su compromiso de que la vacuna contra Covid-19 será universal y gratuita para todos los mexicanos. El mandatario lo dijo como una promesa con todas sus letras pero no expresó cuánto pondrá el Estado mexicano para conseguirlo.
Sí mencionó que serán menos de 25,000 millones de pesos -menos de lo que se había estimado- los que se requerirán para la vacuna, pero no ha expresado cuánto de eso está guardando el Gobierno de México para adquirirla. Las autoridades presupuestales de la Secretaría de Hacienda ya deberán estar haciendo su cuantioso guardadito para incluirlo en el Presupuesto de Egresos del 2021. Conforme datos de INEFAM, México gasta en vacunas unos 7,000 millones de pesos
Hasta ahora quien ha puesto el dinero sobre la mesa es la Fundación Carlos Slim y para ello fue el convenio anunciado. Sus directivos se negaron a decir cuánto dinero les implicará. Es característica de esta Fundación nunca mencionar las cantidades aportadas para los proyectos que impulsa o donde participa.
Lo absolutamente plausible es la suma de voluntades donde el lucro no tiene lugar; tanto Aztra Zéneca como la mexicana Liomont y la argentina mAbxience del Grupo INSUD se comprometen bajo la premisa de que nadie tendrá ganancia económica.
No se sabe de cuánto fue la aportación inicial hecha por la Fundación del empresario Carlos Slim y se entiende que asume doble compromiso porque lo aportado garantiza en principio vacunas para Argentina y para México.
Hay que decir que es una inversión de alto riesgo. Mientras no se tenga la certeza de que la vacuna desarrollada por la Universidad de Oxford aliada a la farmacéutica británica Astra Zéneca es lo suficientemente eficaz, es decir mientras no sea aprobada por algún regulador sanitario, sigue siendo una apuesta, por mucho que ya esté en fase avanzada. No son pocos los desarrollos de innovación farmacéutica que han terminado cancelándose en la fase final de investigación por diferentes causas.
Un riesgo adicional es que podría ser otra la primera vacuna aprobada, antes que la de AZ. A la fecha son 6 las finalistas que están en fase III con pruebas avanzadas: Pfizer (EUA), BioNTech (Alemania), Moderna (EUA), AstraZeneca (RU), Sinopharm (China), Sinovac (China) y Gamaleya Research Institute (Rusia).
El canciller Marcelo Ebrard ha dicho que México avanza en acuerdos con 4 de éstas. Recién habló de que se probarán en territorio mexicano dos vacunas chinas (Cansino Biologics y Walvax Biotechnology) y también la de la firma estadunidense Janssen. Aparte está el convenio con el gobierno de Francia y Sanofi Pasteur.
Amelaf: Que Cofepris exija a la UNOPS igual que a las mexicanas
La Amelaf que dirige Juan de Villafranca, emitió comunicado pidiendo a Cofepris que como autoridad sanitaria, sea igual de exigente en los registros y autorizaciones de los medicamentos que adquirirá la ONU en el mundo, como lo hace con la industria farmacéutica nacional para garantizar la protección de la salud de los mexicanos. Una petición razonable que todos deberíamos apoyar.
maribel.coronel@eleconomista.
Twitter: @MaribelRCoronel