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Opinión

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El oportuno dato de una economía que mejora

Hoy ya sólo faltan 14 meses para que termine el plazo constitucional de la presidencia de Andrés Manuel López Obrador. Ese es un anticipo, pero otro es la publicación esta mañana de la estimación oportuna del Producto Interno Bruto (PIB) del segundo trimestre de este año.

El Inegi se ha ganado un prestigio de décadas por el manejo objetivo de la información, que sería muy lamentable que pudiera perder por presiones políticas para presentar datos falsos, y también ha ganado mucha oportunidad por la velocidad con la que procesa los datos.

Habitualmente la información del PIB llegaba con dos meses de retraso tras el cierre del periodo trimestral que mide. Pero ahora, con estos indicadores oportunos, desde unos días después de finalizado el periodo se empiezan a tener fotografías que esbozan el comportamiento de la economía.

Este indicador oportuno ya incluye la mayoría de las actividades del sector primario, no todas, pero sí las suficientes para que el dato que hoy conocemos sea muy cercano a la cifra revisada que habremos de conocer dentro de un mes.

Con la información que ya conocimos hasta este punto, el PIB seguro vendrá a confirmar que la primera mitad del año sorprendió por su buen desempeño, en especial en el sector terciario.

Los indicadores de consumo muestran un brillo que quizá no comparta del todo el sector industrial, pero los números dan el margen necesario para que se tengan que corregir de manera notable los pronósticos de crecimiento para el resto de este año.

Esta misma semana conoceremos los resultados de la encuesta entre especialistas del sector privado que lleva a cabo el Banco de México y deberá incluir al menos tres cambios en sus perspectivas.

De forma moderada deberían mejorar sus expectativas de inflación, también de forma sutil las estimaciones del tipo de cambio para proyectar un peso más fuerte frente al dólar para el cierre del año y quizá de una forma más notable la expectativa de comportamiento del PIB, al menos para este 2023.

¿Cómo será la dinámica económica para lo que resta del año? No es fácil anticiparlo porque hay muchos factores internos y externos que no están claros.

En la parte externa, la economía estadounidense apunta hacia un soft landing tras su política monetaria restrictiva y menos las posibilidades de una recesión.

Al mismo tiempo, ahí están presentes los efectos de la guerra en Ucrania y la manera como Rusia se vuelve a meter con los precios de los alimentos con sus bombardeos al puerto de Odesa.

En lo interno, estamos en un evidente adelanto de los tiempos electorales. López Obrador se va en 14 meses, las elecciones son en 10 meses, pero el aparato gubernamental está volcado en su prioridad de conservar el poder a cualquier costo desde hace mucho tiempo.

Entre las medidas que no tendrán límite está el gasto público. Si los impresionantes datos de consumo son confiables, habrá que ver qué tanto influye el gasto asistencialista en provocar un fenómeno de recuperación en la demanda.

Así que, además de las correcciones al alza en las estimaciones de crecimiento, habrá que ver hacia dónde se mueven los pronósticos del comportamiento de las finanzas públicas.

Si los impresionantes datos de consumo son confiables, habrá que ver qué tanto influye el gasto asistencialista en provocar un fenómeno de recuperación en la demanda.

ecampos@eleconomista.mx

Su trayectoria profesional ha estado dedicada a diferentes medios. Actualmente es columnista del diario El Economista y conductor de noticieros en Televisa. Es titular del espacio noticioso de las 14 horas en Foro TV.

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