El paso a paso para empezar a invertir (XVIII)

(Parte 18)

La idea de construir un portafolio de inversión es combinar las tres grandes clases de activos de una manera tal que, dado el nivel de riesgo que podemos aceptar, maximice el rendimiento potencial. En ese orden: primero controlar el riesgo, luego maximizar rendimiento.

Para ello, es importante revisar históricamente cómo se han desempeñado las tres grandes clases de activos, el rendimiento que han dado y la volatilidad que han tenido. Eso nos permitirá comprender mejor su naturaleza.

Una herramienta muy útil es portfoliovisualizer.com (tienen versión de pago, pero la gratuita es suficiente para nuestras necesidades). La usaremos para analizar no sólo las tres grandes clases de activos, sino también los distintos portafolios que propondremos en las siguientes entregas.

Comparemos 3 portafolios. Invertimos 10,000 en enero de 2007 (hace poco más de 15 años) en cada una de las tres grandes clases de activos. Usaremos para ello ETFs representativos, como sigue:

1. Instrumentos de deuda. Usamos el iShares Core U.S. Aggregate Bond ETF (AGG) que busca replicar los resultados de un índice compuesto por el mercado total de bonos con grado de inversión en Estados Unidos. Su porcentaje de gastos es de sólo 0.04% anual.

2. Acciones de empresas. Usaremos el Vanguard Total World Stock ETF (VT) que busca replicar el rendimiento de un índice compuesto por acciones globales (incluye más de 9,500 acciones de mercados desarrollados y emergentes, empresas de alta y mediana capitalización) y un porcentaje de gastos de 0.07% anual.

3. Commodities. Usaremos el iShares S&P GSCI Commodity-Indexed Trust (GSG) que replica un índice que busca reflejar el rendimiento de un grupo diversificado de materias primas (incluye energía, agricultura, ganado, metales industriales y metales preciosos). Su porcentaje de gastos es 0.75% anual.

Algunos de estos ETFs pagan dividendos, en este ejercicio estamos asumiendo la reinversión en los mismos ETFs. Por otro lado, estamos mostrando el resultado final y el rendimiento anual compuesto ajustado por inflación, es decir, en términos reales, dinero que mantiene el poder adquisitivo.

Pero dicen que una imagen vale más de mil palabras, así que es muy importante visualizar cómo se hubiera dado el crecimiento y las caídas a lo largo de los años, en cada clase de activo. Es importante mencionar que la gráfica maneja valores nominales (no ajustados por inflación).

De aquí podemos sacar conclusiones muy interesantes:

1. Los instrumentos de deuda tienen un potencial de rendimiento muy pequeño, pero con bastante estabilidad. Eso no significa que no tengan caídas que pueden ser importantes, pero mucho más acotadas.

2. Las acciones son la clase de activo que brinda realmente un crecimiento, pero a costa de un mucho mayor riesgo. De repente puede haber caídas brutales, de más de 50% desde sus máximos, como se muestra en la tabla, pero también recuperaciones importantes.

3. Los commodities en general son la peor clase de activo: a lo largo de estos años hubiéramos perdido dinero además de haber experimentado una alta volatilidad en su precio y caídas de cerca de 90% desde sus máximos. Por eso muchos portafolios no los incluyen. Sin embargo, suelen comportarse bien en periodos de alta inflación, como ahora (este año representan la única clase de activo que ha tenido desempeño positivo).

Cabe mencionar que estamos usando un índice amplio de commodities y las distintas subclases tienen un desempeño distinto (como algunos metales preciosos). Aún así, muchos portafolios de inversión no los incluyen.

La próxima semana empezaremos a revisar distintos portafolios de inversión que combinan al menos dos de las tres grandes clases de activos (con sus respectivas subclases).

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