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Opinión

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El pivote del Banxico

Si la junta de gobierno del instituto central da señales de pensar reducir el diferencial de tasas contra el exterior, habría, por mera especulación, mayor volatilidad en el tipo de cambio

En nuestra última colaboración (“Como entender la baja de inflación del 2023”, El Economista, 27 de octubre), le comenté que la inflación va a descender en el 2023 tanto en Estados Unidos como en México. No obstante, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) sigue manifestando que mantendrá su actual postura restrictiva hasta que la inflación de señales de una completa convergencia hacia su objetivo (2%).

La semana pasada, la Fed aumentó de nuevo la tasa de referencia en 75 puntos base para ubicarla en un nivel de 3.75%-4 por ciento. En su intervención, el presidente Powell dejó claro que es más importante el nivel hasta donde tenga que llegar la tasa y su permanencia que el tamaño de los incrementos.

Asimismo, recordó que hay la posibilidad de que las tasas vayan más allá de lo que el mercado espera. Los mercados respondieron ajustando su expectativa, ahora los futuros de la tasa de fondos federales descuentan un nivel terminal entre el 5 y el 5.5 por ciento.

La expectativa tiene aspectos favorables. Los inversionistas descuentan que los próximos  aumentos en la tasa de referencia serán cada vez de menor magnitud en correspondencia a la tendencia de baja de la inflación general que le mencioné.

No habrá el pivote que muchos esperan, me refiero a un giro de la postura de la Fed hacia una mayor laxitud (o una baja de tasas) eso esta muy claro. El 2023 será un año de tasas altas por bastante tiempo e inflaciones con tendencia de baja pero hacia niveles aun no satisfactorios.

En México, la inflación de octubre también da señales de apuntar hacia una trayectoria de baja. La parte no subyacente, que incluye precios de energía, tarifas del gobierno y alimentos, registró una variación inferior a la de meses previos. En la parte subyacente, la menor presión en las cadenas de suministro global y la menor actividad económica podrían influir también en un movimiento de baja.

Como ya le había advertido, los pronósticos tanto en Estados Unidos como en México son optimistas.

Ahora bien, en México se discute si por esta razón, y por el hecho de haber aumentado la tasa de referencia mucho antes y en mayor magnitud que la Fed, el Banco de México podría desvincular sus decisiones de política monetaria de las decisiones que actualmente toma el banco central norteamericano. Ese es el “pivote” que se podría esperar del Banxico.

Desde mi punto de vista, es algo poco probable por varias razones. En primera instancia no hay la sensación de que la inflación esté bajo control por el simple hecho de haber subido las tasas. Las cifras de crecimiento, en especial referentes a la demanda agregada, se ven bien al cierre del tercer trimestre.

En segundo lugar, parte importante de la efectividad del aumento de las tasas de interés domésticas ha sido generar la impresionante estabilidad del tipo de cambio, cuya cotización al día de hoy se ubica en 19.60 pesos, un nivel 5% menor al del cierre del año pasado. No podemos negar que la influencia de la volatilidad del tipo de cambio, o de una posible devaluación, sobre la inflación es muy grande en este país.

Si la junta de gobierno de Banxico da señales de pensar en reducir el diferencial de tasas contra el exterior, especialmente Estados Unidos, es entendible que hubiese, por mera especulación, una mayor volatilidad en el tipo de cambio que inyectaría incertidumbre sobre la trayectoria descendente de la inflación.

Más aún, la junta no puede asumir el riesgo de dar una señal en ese sentido, y de tener que revertirla en el corto plazo porque las circunstancias en el exterior o la resistencia de la inflación son mayores a lo esperado.

No se trata vis a vis solo de ver a la inflación bajar sino de estimar las condiciones de estabilidad sobre niveles bajos. Aun estamos lejos de que tal escenario se produzca.

Banxico no tiene que hacer mucho para que las tasas correspondientes a plazos largos se reduzcan si efectivamente se consolida la trayectoria de inflación, aquí y en el exterior; pero parece más conveniente seguir apegados a los aumentos que hagan las contrapartes. El hecho de que sean menos violentos que hasta ahora (hoy subirá Banxico 75 puntos base la tasa de referencia para dejarla en 10%) serían finalmente buenas noticias.

*Rodolfo Campuzano Meza es director general de Invex Operadora de Sociedades de Inversión.

Twitter: @invexbanco

perspectivas@invex.com

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