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¿El socio de Anaya?
Dos horas antes del tercer debate presidencial, en Mérida, vino la alerta. “Ricardo Anaya intenta cuestionar la veracidad de los testimonios de Juan Barreiro”, denunciaba la videoamenaza anónima, “una vez más miente”. A las 20:45 horas del martes 12, anunciaba, serían filtrados los materiales completos y la última palabra quedaría a juicio del público, en la página de Internet del #CasoAnaya.
En efecto, las dos partes complementarias de la filtración fueron liberadas en vísperas del debate. Un video de 52 minutos de duración grabado en Madrid hace tres meses. Y los audios de dos reuniones que habrían sostenido el hermano de Manuel Barreiro Castañeda y María Ordoñez Silva, la bróker argentina que habría contratado sus servicios de asesoría.
Hace cuatro meses, Ordoñez Silva buscaba quién le solucionara la vida. Y el hermano menor de Manuel Barreiro Castañeda se mostró solícito con alguien que parecía desconocer el modus operandi de la clase empresarial mexicana.
María tenía el insólito propósito de traer a 150 empresarios chinos —sin sus esposas, quedaría claro— interesados en invertir en tierras aztecas. “Es gente de muchísimo dinero, millonarios”, explicó, “quiero que sientan algo típico de México”.
Sería una de las primeras incursiones del holding inglés, con capitales europeos, asiáticos y de Medio Oriente en busca de “inmuebles a gran escala”. Un cliente chino, confiaría, quería instalar una planta de almacenamiento y ensamblaje de productos que introduciría al mercado estadounidense, pero había descartado la CDMX y Monterrey.
“Tengo un hermano que se dedica exactamente a lo mismo. En México y todo el mundo”, se enganchó Juan Barreiro, “Querétaro es un excelente punto de inversión”.
Durante un fin de semana (15 y 16 de junio, después acordarían), el grupo de inversionistas chinos estaría en la capital queretana y su anfitriona necesitaba conseguir un hotel para alojarlos y lugares suficientemente grandes y discretos para ofrecer un coctel de bienvenida y una cena de gala, ambas con motivos mexicanos.
En la primera cita, Barreiro despliega una baraja de hoteles boutique —La Casona de los Cinco Patios, Mansión Galindo y la Casa de la Marquesa— y refiere que su hermano tiene un rancho “espectacular”, a 20 minutos de la capital queretana y con helipuerto incluido, “especial para este tipo de eventos”.
En la segunda reunión, Barreiro reporta que la Hacienda Laborcilla será la sede del coctel. Y le obsequia a María un mezcal —una cosecha especial, envasada cuando nació su hijo—, además de unos muñequitos que podrían darle a los chinos como souvenir.
Una revisión exhaustiva de los materiales completos revela que Barreiro Castañeda tiene un hermano muy indiscreto. Y es que casi sin pregunta de por medio ofreció testimonio del enriquecimiento inexplicable de su hermano mayor. En su “rancho espectacular” —tiene helipuerto, piscina y un vagón de una locomotora habilitado como un bar— ocurriría el banquete de gala.
“El negocio de mi hermano es rentar”, describe, aunque Manuel también tendría una agencia de publicidad, en Madrid, y franquicias de las taquerías La Lupita en la capital española, Barcelona, Ibiza y Berlín. En Querétaro sería dueño de 13 parques industriales. “¿Qué es lo que hace? Trae fondos de otros lados y desarrolla aquí”, describe su hermano.
Manuel “empezó con parques industriales y desarrollan tanto los parques como las naves y rentan todo”, puntualiza, “son varias empresas. Una de las empresas se dedica a eso. Tiene otra, inmobiliaria para desarrollar edificios y residencias. Se está manejando un fondo canadiense (...) y desarrollan en todo México”.
Las alusiones a Ricardo Anaya son circunstanciales. Si fuera el caso, también saldría inmiscuido el actual gobernador panista, Pancho Domínguez, quien habría filtrado información para que los Barreiro adquirieran recientemente 250 hectáreas para hacer un macrodesarrollo inmobiliario.
De Anaya, dice: “Este político peleó con un de los periódicos de México. Y le ganó un tema legal gracias a Anaya. El periódico se quedó muy molesto (...) Por eso empezaron a sacar todas estas cochinadas”.
¿Y para ayudarle al candidato?, le preguntó su interlocutora. Hay muchos intereses involucrados. También del otro lado, la contraparte está haciendo lo mismo... El dinero es dinero, aquí y en China. Siempre habrá alguien.
EFECTOS SECUNDARIOS
ORGULLO. El dueño del Grupo Televisa, Emilio Azcárraga Jean, no cabía de gusto; no era para menos, tras cuatro años de participar en intensas reuniones y arduas negociaciones, en un contexto caracterizado por los sucesivos desencuentros entre México, Estados Unidos y Canadá, finalmente la candidatura tripartita para el Mundial 2026 triunfó. La obtención de esta sede no hubiera sido posible sin el trabajo quirúrgico que llevó a cabo, entre otros, Azcárraga Jean, empeñado en que México fuera el primer país en organizar tres copas del mundo. De ahí que tras la obtención de la sede declarara que, pese a todo, el futbol era capaz de derrumbar cualquier intento de construir muros, en obvia referencia a los dichos del presidente de EU, Donald Trump. Para el dueño de Televisa se cumplirá otro sueño: las tres generaciones Azcárraga (Vidaurreta, Milmo y Jean) pasarán a la historia por haber tenido algo que ver con la organización de los tres mundiales: el de 1970, 1986 y 2026, a través de la emblemática participación del Estadio Azteca.