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El tren más rápido del mundo
El tren más rápido que existe en el mundo vuela y fue desarrollado en Japón. Se llama Maglev, es un tren que flota y fue desarrollado como un modelo posterior al tren magnético de Alfred Zehden en Alemania. ¡Increíble!, ¿no?
¿Cómo funciona? Este tren usa levitación magnética, una tecnología que activa al tren para hacerlo trabajar y que flote, a través de un sistema de imanes giratorios a sus costados y en los rieles, ya que a través de éstos los imanes de carga opuesta lo jalan y los que tienen misma carga lo repelen, generando energía que lo mantiene en un movimiento constante, haciendo que vuele, aunque sea tan sólo unos centímetros por encima del suelo.
La tecnología de este tren parece muy complicada, pero si alguna vez haz jugado con imanes te haz dado cuenta de que los polos opuestos se atraen y los iguales se repelen, así es básicamente como funciona este tren, pero con miles de imanes impulsándolo.
Lo especial que este invento tiene es que puede llegar a una velocidad mucho mayor que la de un tren regular, pasando los 500 km/hr por no hacer fricción con nada, haciendo mucho más eficientes traslados tanto en calles como en aeropuertos.
Este tren es considerado oficialmente como el más rápido del mundo desde 2010 por la empresa Guinness World Records, cuando alcanzó los 603 km/hr en la Compañía Ferroviaria de Japón Central en la linea de la ciudad de Yamanashi, aunque para traslados comerciales, con pasajeros, la máxima velocidad permitida es de 500 km/hr.
Este invento ya se ha estado utilizando en varias ciudades en la actualidad como en Shanghai, China, donde el primer tren de este tipo estuvo disponible para hacer viajes en el 2004 o en Daejon, Corea del Sur, en el Monte Fuji, en Japón y en Emsland, Alemania, entre otras.
Recientemente, los medios de transporte terrestre han estado bastante congestionados, ya que hay mucha gente tratando de usarlos y no son los suficientemente rápidos; por eso, este tren es una gran alternativa, ya que cumple con exactamente las mismas funciones que un tren normal, pero en lugar de tener motor, pasar por rieles y contaminar, sólo utiliza imanes para levantarse y guiarse a través de un centro de control, sin la necesidad de un conductor humano.
En cuanto a beneficios, este tipo de tren cuenta con muchos más que uno regular, por ejemplo, es más seguro, ya que al no tener ruedas, ni ir sobre un riel común, no puede descarrilarse ni voltearse; no hay que darle mantenimiento, ya que al levitar casi no hay desgaste físico; es mucho más eficiente, ya que es más rápido y puede transportar a mucha gente a distancias muy largas, compitiendo en tiempos de viaje con un avión; usa menos energía sin quemar combustible alguno y no contamina por sacar su energía de fuentes renovables y de la que se produce a través de la energía magnética; crea empleos, es económico viajar en él y motiva la innovación reduciendo el uso del petróleo, combustibles y por lo tanto, la contaminación.
Mucha gente se preguntará, por qué si este tren tiene tantas ventajas, no hay muchos de éstos alrededor del mundo. Existen dos respuestas para esto: la primera es relativa a los costos de realizar el proyecto, ya que éste puede ser muy caro de realizar y la recuperación en la inversión puede tardar mucho tiempo; y la segunda es la industria del combustible que ha detenido la expansión de este proyecto tal y como detuvo al coche eléctrico por un tiempo, ya que al no hacerlo, perdería ganancias significativamente.
Hay propuestas hechas para países como Suiza, Dinamarca, España, Reino Unido, India, Estados Unidos, para implementar este tipo de trenes voladores sin conductor, pero la mayoría aún no han sido aceptados simplemente por costos o por motivos propios del país, como Estados Unidos, que al tener este tipo de trenes, perdería dinero al cambiar viajes aéreos por viajes en tren, los cuales serían la opción barata y eficiente para cualquier persona además de quebrar a las aerolíneas por éstos ser viajes más baratos, cómodos, eficientes, rápidos y en tierra no por aire.
Es impactante poder viajar en un tren flotante sin sentir la alta velocidad a la que va, sabiendo que además de no tener conductor, ni ruedas, ni rieles, lo único que te está moviendo es un sistema de imanes, tan complejo pero a la vez tan simple, debido al uso de sistemas de alta tecnología.
nacer.herns@eleconomista.mx