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En busca del mundo perdido; AMLO y Ebrard, sus autores
En busca del mundo perdido.
Los costos transaccionales representan el despilfarro número uno de la burocracia mexicana porque parten de una premisa incierta: siempre, los anteriores gobernantes o administradores son peores que nosotros, los nuevos, los que llegamos.
La renovación del Acuerdo Global entre la Unión Europea y México se enfrenta a un enemigo con el que nunca se puede negociar: el tiempo. México y el Parlamento Europeo tendrán elecciones el próximo año por lo que se reduce el mapa de oportunidades de la ratificación del Acuerdo Global.
El Gobierno del presidente López Obrador ha incurrido en costos transaccionales elevadísimos debido a que existen dos ventanas de negociación del Acuerdo Global: Relaciones Exteriores y Economía.
La naturaleza compleja de la aprobación del Acuerdo Global por parte de la Unión Europea obligó a Bruselas a agregar creatividad en la solución: dividieron en tres bloques el contenido: comercio, política e inversiones.
Para evitar el viacrucis del Acuerdo Global por los más de 27 parlamentos (Bélgica tiene varios), la Unión Europea propuso al secretario de Relaciones Exteriores Marcelo Ebrard dicha fragmentación. De lo contrario, la ratificación del Acuerdo tardaría varios años si bien le va, pero también existía o existe la posibilidad de que un determinado parlamento mantenga de rehén el Acuerdo Global por cuestiones políticas. ¿Cinco, seis o más años para aprobarlo?
El Tribunal de la Unión Europea encendió la luz verde para que Bruselas pudiera aprobar el apartado comercial del Acuerdo Global sin necesidad de pasar por los parlamentos. Sólo se requiere la aprobación del Consejo de Europa y del Parlamento Europeo. Los bloques político e inversiones sí requieren de la aprobación de todos los parlamentos.
A Marcelo Ebrard no le gustó la idea de dividir el Acuerdo Global. A la entonces secretaria de Economía Tatiana Clouthier, sí le pareció correcto. ¿Por qué razón Ebrard no quiso? ¿Vanidad frente a Tatiana Clouthier? ¿Decisión de AMLO?
La Unión Europea replanteó la negociación y propuso a Ebrard la creación de un acuerdo comercial interino que tuviera las mismas características que el bloque comercial del Acuerdo Global, y que una vez que terminara el viacrucis por los Parlamentos, el acuerdo interino sería reemplazado.
Ebrard aceptó. Sin embargo, llegó el adiós de Tatiana Clouthier en octubre pasado. Malas noticias. El nuevo equipo de Economía mantiene en vilo su visto bueno.
La presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen ha manifestado su interés para que se apruebe lo más pronto posible el Acuerdo Global.
La desorientación de la política exterior de México no les permite a AMLO y a Ebrard observar que España tendrá la presidencia de la Unión Europea durante el segundo semestre de este año; no les permitió vislumbrar la importancia de la Cumbre de Iberoamérica celebrada en República Dominicana el pasado fin de semana, y seguramente poco les importará la cumbre de la Unión Europea con la Celac el próximo verano.
Las oportunidades en política exterior se han presentado y no las ha aprovechado el gobierno de AMLO. España es un país estratégico para México, pero AMLO en lugar de sumar, resta.
Ebrard acaba de lanzar su libro de campaña. Espero que le haya dedicado un capítulo al Acuerdo Global. ¿Por qué razón lo mantuvo en el cajón de su oficina?
En busca del tiempo perdido es la mejor obra de Marcel Proust. En busca de mundo perdido, es la peor obra de AMLO.
@faustopretelin