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Opinión

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Facebook no es una democracia; la combate

Mark Zuckerberg reconoce entre sus empleados que Facebook no es una democracia.

Lo escribe Frances Haugen en su libro La verdad sobre Facebook (Deusto, 2023). Haugen trabajó en Facebook, y el 5 de octubre de 2021 acudió al Senado de Estados Unidos a revelar los efectos que genera el algoritmo de la empresa sobre la salud mental de los menores de edad.

María Ressa, premio Nobel de la Paz, también escribió sobre el daño que ha generado Facebook a la democracia (Cómo luchar contra un dictador, Planeta, 2023).

“Los algoritmos proporcionan contenido que nos radicaliza. Si damos clic en una teoría de la conspiración relativamente plausible, el siguiente contenido que nos ofrece la plataforma es todavía más radical”, escribe la periodista filipina que fue perseguida por el Gobierno de Duterte.

El entonces presidente de Filipinas usaba la plataforma de Facebook para “manipular a la opinión pública. Cuentas anónimas y falsas, páginas de memes, páginas de fans de Duterte y páginas web de dudosa procedencia”, apunta Ressa.

El lunes pasado, la alcaldesa de París Anne Hidalgo anunció que abandona la red social X porque considera que se ha convertido en una “enorme cloaca mundial” y una “herramienta de desestabilización de la democracia”.

El mismo lunes Elon Musk fue recibido como si se tratara de un jefe de Estado en Israel por el primer ministro Benjamin Netanyahu y por el presidente Isaac Herzog. 

“Las plataformas que (usted) dirige, desafortunadamente, albergan mucho odio, odio a los judíos, antisemitismo. Creo que tenemos que discutir (...) de cómo combatir este odio", dijo Herzog a Musk.

Elon Musk quiere hacer creer a los miembros de la comunidad X que su red social tiene más credibilidad que The New York Times o The Washington Post. Retuitea noticias falsas y se comporta como un miembro de QAnon que cree en todos los mensajes de Donald Trump.

La opinión masiva destruye a la reflexión personal; la tormenta de noticias falsas arrastra a los juicios personales a un nivel donde ya no es posible espacio al conocimiento.

Conocer y estar enterado no es lo mismo. Las redes sociales necesitan de usuarios pasivos y con poco conocimiento para lograr likes.

Netanyahu y Herzog le hubieran regalado a Musk el libro El mundo de ayer, de Stefan Zweig. No era necesario recibirlo como jefe de Estado.

Zuckerberg será recordado en el siglo XXII como el personaje que contribuyó a la destrucción de la democracia en el siglo XXI. Hoy, su imagen es cool y universitaria; la de un genio.

Zuckerberg lo ha dejado claro a sus empleados: Facebook no es una democracia.

No miente.

X: @faustopretelin

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Fue profesor investigador en el departamento de Estudios Internacionales del ITAM, publicó el libro Referéndum Twitter y fue editor y colaborador en diversos periódicos como 24 Horas, El Universal, Milenio. Ha publicado en revistas como Foreign Affairs, Le Monde Diplomatique, Life&Style, Chilango y Revuelta. Actualmente es editor y columnista en El Economista.

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